La comunidad de Bétoy, en la República del Congo, quedó consternada luego de enterarse de que un pastor evangélico, que servía a esa provincia, asesinó a su hijo, de 21 años, porque, supuestamente, Dios se lo ordenó como sacrificio.

El hecho impactó a la comunidad, que intentó tomar justicia por propia mano, lo que desató un enfrentamiento entre la policía y los amigos de la víctima, dejando un saldo de dos personas más muertas y nueve heridas.

Los medios africanos que cubrieron el episodio aseguraron en sus informes que el religioso se aproximó a su hijo mientras dormía para luego degollarlo y así quitarle la vida de forma instantánea. El asesino fue identificado como el pastor Galako, quien lideraba una iglesia que llevaba su propio nombre.

La prensa local indicó que luego de que la policía entrevistara a Galako, él confesó que la voz de Dios fue la que supuestamente le indicó que debía cometer el “sacrificio”, tal y como sucedió en el episodio bíblico en el que Abraham intentaba quitarle la vida a su hijo como un supuesto acto de fe.

Las autoridades de ese país también están tras la pista de otras dos personas cercanas a Galako y que habrían alentado al hombre a perpetrar el crimen contra su hijo.

Secta satánica asesinó a un niño en Antioquia

Al niño Maximiliano Tabares Caro, de apenas 6 años, lo mataron en Antioquia para sacarle un supuesto espíritu maligno que lo poseía. Y aunque la razón parece inverosímil, forma parte del crudo testimonio que tiene en su poder la Fiscalía de uno de los testigos del horroroso crimen.

Quienes presuntamente lo atacaron de forma salvaje fueron sus propios familiares: padrastro, mamá, abuela. También algunos miembros de un grupo satánico llamado Los Carneros, quienes habrían sacrificado a Maximiliano porque el supuesto espíritu que lo poseía les bloqueaba la posibilidad de comunicarse con seres del más allá que les revelarían la existencia de imaginarias guacas de oro.

En el material probatorio recopilado por las autoridades, se lee que Los Carneros acudirían a una serie de ritos para recibir mensajes de dioses que los llevaran a ubicar el sitio exacto donde estarían ocultos elementos valiosos que podrían comercializar.

La presencia del niño les estaría estorbando para continuar el imaginario negocio. Por estos hechos, hay seis personas detenidas, entre ellas la abuela del menor.

En los operativos que realizaron los uniformados para capturar a los sospechosos fueron encontrados elementos que daban cuenta de los rituales satánicos: en la vivienda de la mamá del menor, encontraron debajo de la cama y en otros espacios objetos que se usan en ritos, un muñeco vudú, varios libros sobre prácticas oscuras, cuchillos y hasta frascos con diferentes hierbas.

Su cuerpo fue hallado enterrado en el municipio de Segovia el pasado 27 de octubre y, tras una serie de análisis, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses pudo confirmar que el cadáver encontrado tras 36 días de haber sido reportado como desaparecido era el del menor.

Para llegar a esta conclusión, los peritos compararon el perfil genético del niño con el de su madre, Sandra Patricia Caro Pérez, procesada por los delitos de desaparición forzada y tortura a título de cómplice.

Las autoridades encontraron el cuerpo gracias a la colaboración de la propia madre y de Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias Orejas, uno de los seis implicados en este crimen que consternó al país.

Fue así como, con las coordenadas en mano, integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) se desplazaron junto a alias Orejas al lugar referenciado, en la vereda Cuturú Alto de Segovia, a una hora y media del casco urbano de esta población.

El personal del CTI excavó con palas el sitio indicado y poco después encontró el cuerpo de un niño en alto grado de descomposición. Luego, el cadáver fue trasladado al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se adelantó su identificación.