Este jueves, el diario El Comercio, de Perú, criticó de forma contundente las aseveraciones que ha hecho el presidente de Colombia, Gustavo Petro, respecto a la realidad que enfrenta el país vecino.
El editorial inicia hablando de las más recientes declaraciones de Petro, que le valieron la declaración de persona non grata de parte del Congreso de Perú.
Esta vez, en alusión a la actuación de las fuerzas del orden frente al brazo violento de las protestas, el referido mandatario ha aseverado: “En el Perú marchan como nazis contra su propio pueblo, rompiendo la Convención Americana de Derechos Humanos”, dice El Comercio, y añade: “Una sentencia que sugiere que el restablecimiento del orden por parte del Estado, encabezado legítimamente por la presidenta Dina Boluarte, constituye un atropello semejante a los que perpetraban las tropas del dictador Afolf Hitler en la Alemania de la primera mitad del siglo XX”.
El editorial inicia el texto, en el que recuerda otros comentarios recientes de Petro frente a lo que vive Perú, con las siguientes palabras: “La dimensión del embuste es tan, que deviene casi ocioso desbaratarlo”.
Sobre la afirmación del nacismo
El editorial continúa y declara “Es que acaso es “nazi” ejercer la autoridad que la Constitución le confiere al Gobierno ante partidas vandálicas que bloquean, destruyen e incendian propiedad pública y privada?” Y se pregunta luego: “¿Qué habría sido lo democrático? ¿Dejarlos arrasar comisarías, aeropuertos, comercios y locales del Ministerio Público o el Poder Judicial? Como es obvio, no”.
De acuerdo con el texto del editorial de este diario, fundado en 1839, siendo el más antiguo de Perú, es cierto que la cantidad de muertes es alarmante, pero añade “también (es cierto) que estas se vienen investigando en la Fiscalía que, incluso, le ha abierto una investigación a la presidenta Dina Boluarte”.
Otros “bulos” del presidente
El diario enfatiza en que no es la primera vez que Petro hace comentarios en ese sentido y llama “bulos” a este tipo de ataques. La palabra bulos hace referencia a noticias falsas.
“Un día después de producido –y conjurado– el golpe, Petro divulgó un tuit en el que sostenía que Castillo “por ser profesor de la sierra y presidente de elección popular fue arrinconado desde el primer día”. Para luego añadir: “No logró la movilización del pueblo que lo eligió, se dejó llevar a un suicidio político y democrático”.
Ante esto, el diario responde: “Como todos sabemos, el supuesto “arrinconamiento” del exgobernante por parte del Congreso, el Ministerio Público y la prensa independiente consistió en poner en evidencia sus permanentes vínculos con la corrupción y los temerarios nombramientos en la administración pública con los que estaba minando la incipiente institucionalidad de nuestro Estado, y nada tuvo que ver con su condición de profesor o sus orígenes provincianos”.
El error de Castillo, según Petro
Además critica que Petro insinúa que la falla de Castillo fue no lograr la movilización ciudadana y no el intento de golpe de Estado: “Insinuó que el fracaso del ‘putsch’ se debió a que el aspirante a dictador ‘no logró la movilización del pueblo que lo eligió'”.
El Comercio recuerda otro de estos ataques de Petro. “Poco después, el 28 de diciembre, el mandatario del vecino país volvió a la carga con la especie mendaz de que Castillo habría sido destituido de la presidencia y encarcelado de manera ilegal” y declara que Petro citó un artículo de la Convención Americana sobre derechos políticos, “Ignorando que ese expresidente cumple 18 meses de prisión preventiva por los presuntos delitos de rebelión, abuso de autoridad y perturbación de la tranquilidad pública, mientras es investigado por la Fiscalía”.
Tumbado por “ser de la sierra”
Finalmente, El Comercio recuerda también una una entrevista concedida a SEMANA, en que insistió en que Castillo “había sido tumbado por ser de la sierra y pobre, y no dudó en considerarlo una víctima”.
El diario -en su editorial- declara -para cerrar- que las afirmaciones del mandatario colombiano sobre Perú son una colección “de patrañas que han enrarecido las relaciones entre Colombia y el Perú, pero que, sobre todo, revelan los extremos a los que son capaces de llegar los cómplices internacionales del atentado contra la Constitución que ensayó Pedro Castillo, con tal de empujar la ficha de sus intereses políticos e ideológicos en el continente”.