“No más pobres en un país rico”. Con esta frase de campaña, el candidato de izquierda Pedro Castillo ha logrado conquistar el voto de millones de peruanos que podrían llevarlo este domingo a la presidencia de Perú, si logra derrotar a Keiko Fujimori.

Tiene 51 años, está casado, es padre de tres hijos y nació en Puña, un pueblo en la región norteña de Cajamarca, donde su vida ha transcurrido como profesor de una escuela rural durante 24 años. Castillo saltó a la palestra pública en 2017, cuando lideró la más grande protesta de maestros en el vecino país, que duró tres meses. En ese entonces, muchos ya lo subestimaban; pero hoy es la sorpresa.

El aspirante del partido izquierdista Perú Libre, quien lidera la intención de voto en su nación, efectivamente, no fue criado pensando en que podría ser presidente. Para empezar, el castellano es su segundo idioma. Es el tercero de nueve hijos y en su casa se hablaba quechua, la lengua de sus padres indígenas. Fue en quechua que escuchó por primera vez las quejas del que llama el “Perú profundo”. “Yo solamente quiero ordenar al país”, dice ahora el candidato. “Me indigna porque parece que fuera una nación dentro de otra”, asegura.

Pedro Castillo, candidato peruano de izquierda, planearía acabar las AFP | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Siendo adolescente, formó parte de las “rondas campesinas”. Los hombres de su poblado, Puña, cansados de que criminales les robaran el ganado, crearon hace 40 años grupos de autodefensa en los que se formó el joven Castillo. De ellos aprendió a llevar su sombrero de copa alta, las botas y el poncho, y a caminar sin miedo en la oscuridad de la noche a 2.300 metros sobre el nivel del mar. Pedro no quería ser ‘rondero’, sino profesor.

Estudió Educación y Psicología Educativa en la Universidad César Vallejo. En 1995 logró su primer puesto en una escuela rural y se casó con la docente Lilia Paredes Navarro. Su esposa es evangélica, pero él es católico. De la época en que protegió a su comunidad le quedó el gusto por el activismo y la política.

Castillo se ha ganado el voto popular porque habla como el pueblo, se parece al pueblo y hasta llegó montado a caballo para votar en la primera vuelta, en la que quedó de primero. Durante la campaña ha recibido fuertes críticas por sus incipientes conocimientos en materia económica, que han quedado en evidencia durante los debates y entrevistas.

Si bien es cierto que para muchos representa un cambio, las élites lo miran con mucha prevención; y su rival, Keiko Fujimori, le ha sabido sacar provecho político a ese miedo al socialismo y a que cambie drásticamente la historia del país, o a que Perú transite el mismo camino de Venezuela. A Castillo, quien siempre tiene un lápiz en su mano, lo relacionan con Chávez, Evo Morales y toda la corriente de líderes de izquierda radical del continente.

En medio de la campaña sufrió covid-19 y lo arrestaron por hacer, en plena pandemia, un evento público sin distanciamiento. Aseguró después que ambos sucesos ayudaron a disparar su popularidad. Castillo dice que, si gana la contienda, mantendrá su sueldo de profesor, no cobrará su pensión y reducirá a la mitad el salario de sus ministros. Una gran sombra que persigue al candidato es que lo vinculan de tener nexos con algunas organizaciones de extrema izquierda, relacionadas políticamente con Sendero Luminoso.

Pedro Castillo, del partido Perú Libre, habla durante un debate organizado por el Jurado Nacional Electoral el 30 de mayo de 2021 en Arequipa, Perú. (Foto de Sebastian Castañeda - Pool / Getty Images) | Foto: 2021 Pool

Si llega a la presidencia, ya advirtió que le dará un plazo de 72 horas a los extranjeros ilegales para abandonar Perú, particularmente, a “los que han venido a delinquir”. Su partido, Perú Libre, defiende el régimen de Nicolás Maduro, y Castillo ya ha dicho que el Estado recuperará por completo la explotación de sus riquezas minerales, hoy en manos de firmas extranjeras bajo la figura de concesión.

Todos le reconocen que transmite más emociones que Keiko y que se conecta mejor con las clases populares. El reto de Castillo, conservador en sus posturas frente al aborto y el matrimonio igualitario, estará en vencer el miedo que suscita. “Perdimos en Ecuador, pero ganamos en Perú”, dijo Evo Morales en Twitter a raíz de la derrota de Andrés Arauz y la victoria de Castillo en primera vuelta. Este domingo, si el candidato llega a la presidencia, una inédita historia empezará a escribirse en Perú.