El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha tomado juramento a Emilio Bobbio Rosas como el nuevo titular del Ministerio de Defensa, todo ello tras la dimisión el pasado sábado 3 de diciembre de Daniel Barragán, que se ratificó en su cargo hace apenas diez días, pero que fue nombrado en el mes de septiembre.
El nuevo integrante del gabinete que lidera la primera ministra, Betssy Chávez, fue nombrado en 2021 jefe del gabinete de asesores de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) durante la gestión de José Fernández LaTorre, quien es investigado por la Fiscalía por el caso Petroperú, ha informado la emisora RPP.
Esto, añadido a que el pasado mes de mayo se supo que uno de sus hijos había sido designado asesor en la Gerencia General de la Superintendencia Nacional de Migraciones, ha generado ya críticas entre la oposición, que han calificado el nombramiento como una “provocación”.
La renovación del Ministerio de Defensa tiene lugar después de que Daniel Barragán anunciara su decisión de renunciar al cargo de ministro de Defensa una semana después de haber jurado por el puesto.
En una carta dirigida al mandatario peruano, explicó que su salida se debía a “motivos personales”, agradeciendo al mandatario por la oportunidad de integrar el Gobierno, según la citada emisora.
“A la opinión pública informo de que, por motivos estrictamente personales, he presentado mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Defensa. Agradezco al presidente por haberme dado la invalorable oportunidad de servir a mi patria”, escribió Barragán en su cuenta de Twitter.
Pedro Castillo no se va del poder; así se lo hizo saber al Congreso
El presidente peruano Pedro Castillo aseguró que completará su período constitucional de gestión, que culmina en 2026, en respuesta a la decisión del Congreso de debatir su destitución del cargo la próxima semana.
“Frente a la pretensión de algunos sectores políticos de intentar quebrantar el orden constitucional y la voluntad popular expresada en las urnas, ratifico que nada impedirá que sigamos al mando de la nación hasta el último día de nuestro gobierno, el 28 de julio del año 2026″, dijo en un acto transmitido por la televisión estatal. Para remover a un presidente la Constitución de Perú exige 87 votos, una cantidad de que no dispone la oposición.
“No pasarán ni las actitudes antidemocráticas ni los intereses mezquinos y subalternos”, afirmó Castillo, y dijo “confiar” en que “los sectores democráticos del Congreso, así como las fuerzas sociales, se pondrán del lado de la institucionalidad y la gobernabilidad”. Castillo enfrenta el juicio político bajo investigaciones de la fiscalía por corrupción.
Un 70 % de los peruanos rechazan la gestión del mandatario, según sondeos, pero el desprestigio del Congreso es aún mayor, ya que 85 % de los ciudadanos tienen una opinión negativa de la institución.
Castillo denunció en octubre “un golpe parlamentario en marcha” y pidió la intervención de la Organización de los Estados Americanos, OEA, mientras que el jefe del Congreso, José Williams, acusó al presidente de querer disolver el Parlamento.
Con información de Europa Press y AFP