La destitución y posterior arresto del expresidente peruano Pedro Castillo ha mantenido en vilo a la nación suramericana, que ha estado inmersa en una crisis política por meses. Los últimos días, varias ciudades han sido epicentro de manifestaciones, en su mayoría, impulsadas por quienes defienden al exmandatario y piden su regreso.

Una encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), recogido por La República, da cuenta de que el 83 % de la población considera que el Ejecutivo debería adelantar los comicios generales. Además, solamente un 13 % respalda al gobierno actual y apoya que continúe hasta su término en 2026.

Así las cosas, siete de cada diez ciudadanos consultados rechazan que haya sido quien hasta hace tres semanas ejercía como vicepresidenta, la que hubiese asumido el poder. Con dos semanas en funciones, su desaprobación no dista considerablemente del área rural (77 %) de la urbana (74 %); sin embargo, en la zona metropolitana de Lima alcanza un 35 % de apoyo.

Entre tanto, a pesar de que el expresidente consiguió un 31 % de apoyo, poco antes de que intentara disolver el Congreso, el nuevo sondeo lo sitúa en picada con menos del 30 % que cataloga su gestión como buena o muy buena (6,8 %).

El 42 % de los interrogados cree que el exmandatario gestó un desempeño muy malo (22 %) o malo (20 %). En esa misma línea, otro 29 % de los peruanos consultados respondió que su administración no fue ni buena ni mala.

Frente a la pregunta de las razones por las que algunos ciudadanos se han manifestado en varios puntos del país, un 71 % evalúa que el principal motivo responde a un pedido de nuevas elecciones. A este resultado le sigue un 40 %, para expresar su apoyo a Castillo y un 15 % a favor del Legislativo.

Revés para adelanto de elecciones

En un intento para aliviar las tensiones, que han cobrado la vida de al menos 18 personas y dejado a cientos heridos, la jefa de Estado, Dina Boluarte, había presentado un proyecto al Congreso para adelantar las elecciones. En un comienzo se planteó desarrollarlas en abril de 2024 y, posteriormente, se propuso diciembre del próximo año.

Sin embargo, el Legislativo sentó uno de los primeros tropiezos para la mandataria, al rechazar la iniciativa, mientras el radar está puesto en el número de decesos registrados en el marco de las protestas. En ese sentido, la mandataria ha rechazado los actos de violencia, reiterando su llamado a la calma y descartando apartarse del cargo.

“¿Qué se resuelve con una renuncia mía? Acá vamos a estar, firmes, hasta que el Congreso resuelva el adelanto de elecciones (...). Exijo que se reconsidere la votación” del viernes, subrayó Boluarte. Según los primeros reportes, entre las víctimas mortales, hay menores de edad.

“Solo entre la calma, la cordialidad y el diálogo sincero y abierto podremos trabajar (...) ¿Cómo vamos a pelearnos entre peruanos, malograr nuestras instituciones, bloquear carreteras?”, continuó. También precisó que si se desplegó en las calles las fuerzas de seguridad fue “para cuidar y proteger porque se venía desbordando esta situación (manifestaciones)” con “grupos violentistas”.

Las movilizaciones han tenido como eje un pedido para que Castillo sea puesto en libertad, seguido de la renuncia de Boluarte, el cierre del Parlamento y una convocatoria “inmediata” a las urnas. Las manifestaciones han sido una de las de mayor magnitud en el vecino país, golpeado por la pobreza y demandas sociales inconclusas.

Este sábado 17 de diciembre, voceros del Ejército afirmaron que la cantidad de “protestas radicales” han bajado y las que siguen en pie buscan “afectar activos críticos” de la nación, a través de “acciones planificadas”.

*Con información de Europa Press y AFP.