En junio del año 1990 ocurrió una de las emergencias aéreas más insólitas en la historia de la aviación, luego de que el capitán Tim Lancaster fuera succionado hacia el exterior del avión en el que viajaba desde Birmingham a Málaga junto con el primer oficial Alistair Atchison. Se trataba de un avión BAC 1-11 de British Airways.
El accidente comenzó cuando una de las ventanas de la cabina de pilotos se desprendió, lo que generó que el aire exterior succionara el cuerpo del capitán Lancaster, como recoge el diario español Sur. Lo que salvó la vida del piloto fue que el resto de la tripulación logró sujetarlo de los pies, mientras su torso y cabeza permanecían por fuera de la aeronave.
En las redes sociales, por ejemplo, se pueden ver algunas fotografías que recrean el momento que vivieron los tripulantes durante la emergencia en el año 1990, cuando el capitán Tim Lancaster estuvo a punto de perder la vida y tuvo que resistir la presión del aire a más de 5.000 metros de altura.
El diario Sur de España, citando informes oficiales del accidente, recuerda que la emergencia comenzó a las 07:33 a. m., mientras en el avión las azafatas estaban sirviendo la comida y bebidas a los 81 pasajeros que iban a bordo en ese momento. Además, el medio de comunicación relata que el piloto Lancaster sufrió heridas durante el accidente y perdió el conocimiento.
De hecho, los tripulantes que sujetaban sus piernas para que no saliera expulsado completamente de la aeronave no sabían si aún permanecía con vida, pues aunque intentaron reingresar su cuerpo a la cabina, la presión del aire no se los permitió sino hasta el momento del aterrizaje forzado. El avión finalmente pudo aterrizar a las 7:55 horas.
Posteriormente, la investigación del accidente determinó que el parabrisas se desprendió porque había sido sujetado con unos tornillos que no eran exactamente los que el fabricante había definido para esa función. No obstante, los expertos resaltaron que el hecho de que el piloto lograra sobrevivir a la emergencia fue un verdadero milagro.
Milagro en accidente en Madagascar
El pasado 22 de diciembre, un ministro de Madagascar fue uno de los dos sobrevivientes luego de que su helicóptero se estrellara frente a la costa noreste de la gran isla africana y él tuviera que nadar casi 12 horas hasta llegar a tierra, según informaron las autoridades del país, como recoge la agencia AFP.
Hasta la semana pasada continuaba la búsqueda de otros dos pasajeros tras el accidente, cuyas causas no han sido todavía establecidas, indicaron la policía y autoridades portuarias.
En un video colgado en las redes sociales, Gelle, de 57 años, aparece extenuado, acostado en una reposera, aún en uniforme de camuflaje. “La hora de morir aún no ha llegado para mí”, declaró el general, añadiendo que sentía frío pero no había sufrido heridas. Gella llegó a ministro en agosto pasado, en el marco de una reorganización del gabinete.
Según en la misma narración del ministro, él usó uno de los asientos de la aeronave que se estrelló contra el mar para flotar y así nadar medio día en medio del mar. El helicóptero lo trasladaba junto a otros funcionarios para inspeccionar el lugar donde ocurrió un naufragio el lunes 20 de diciembre frente a la costa noreste del país insular.
El naufragio mencionado dejó al menos 64 muertos, entre ellos cinco niños, informó en el último reporte la fuerza de seguridad pública de Madagascar conocida como la gendarmería malgache. El balance fue actualizado tras el descubrimiento de 25 nuevos cadáveres.
*Con información de la AFP.