Una publicación dada a conocer el pasado fin de semana por el diario británico Daily Mail, reveló que el avión Envoy IV, aeronave propiedad de la Real Fuerza Aérea Británica, y medio de transporte constantemente puesto al servicio de la casa real, estuvo a muy cerca de ser objeto de un accidente aéreo.
De acuerdo con la publicación británica, el hecho ocurrió cuando el avión volaba a una altura aproximada de 9.700 pies de altura, y estuvo a punto de ser impactado por un elemento tipo dron, el cual volaba a de forma ilegal según refiere un estudio dado a conocer por la RAF.
El informe, citado por el referido medio de comunicación, señala que la distancia entre el dron y el avión al servicio de la familia real, que volaba a 260 mph, fue de escasos 30 pies.
El hecho habría ocurrido en inmediaciones del aeropuerto de Bristol, cuando el avión bimotor estaba aprestándo a aterrizar tras un viaje proveniente de la ciudad de Edimburgo.
El avión en cuestión corresponde a un jet que cuenta con una capacidad de 14 pasajeros, y además del transporte de miembros de la familia real, también es empleado para movilizar a líderes gubernamentales y altos mandos militares.
Si bien el hecho y la revelación de su ocurrencia ha despertado especial interés y preocupación en el Reino Unido, ni la RAF, ni el palacio de Buckingham, sede de la corona británica, se han pronunciado al respecto para revelar si eventualmente alguno de los miembros de la familia real se encuentra abordo de la aeronave en momentos en los que ocurrió el impasse.
Por su parte, la RAF aclaró que por seguridad, no podrían revelar la identidad de los ocupantes de la aeronave.
En medio de la investigación, el Daily Mail adelantó una revisión exhaustiva de los registros de actos oficiales que ocupan a la familia real británica, y señaló que basado en ello han podido establecer que ese día, ninguno de los miembros principales de la casa real tenían compromisos oficiales en las ciudades de Bristol o Edimburgo el día de la ocurrencia de los hechos, pero hacen claridad sobre el hecho de que no todos los eventos a los que concurre la familia real son de agenda pública, por lo que no se descarta que en efecto alguno de los miembros de la casa estuvieran eventualmente haciendo uso de la aeronave.
Sobre el particular, el Daily, basado en el informe de la RAF, aclaró que los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de julio, aclarando que el avión implicado es un medio de transporte frecuente por parte de miembros de la realeza como el príncipe William y su esposa Kathe Middleton; los príncipes de Gales, quienes justo tres semanas antes del incidente habían hecho uso de la aeronave para viajar a Jordania a la boda del hijo mayor del rey de ese país, el príncipe heredero, Al Hussein.
De acuerdo con un informe de la Junta Airprox del Reino Unido, entidad encargada de la evaluación de los incidentes en el espacio aéreo del Reino Unido,el hecho ocurrido estuvo cerca de un accidente catalogado como de tipo A, advirtiendo que el riesgo de colisión fue alto
En cuanto al incidente, se reveló que este ocurrió a las 7:00 p.m., y que el responsable del hecho fue el propietario del dron, quien volaba el dispositivo no solamente sin permiso, sino también violando la normatividad vigente en materia de drones, aclarando que este excedía la altura máxima legal, establecida en 400 pies para esa clase de dispositivos.
Sobre el castigo establecido en estos casos de riesgo, aunque no se pudo identificar al responsable, de ser así, este hubiese tenido que afrontar una pena carcelaria de hasta 5 años.
Si bien este hecho ha alcanzado visibilidad dada la gravedad y el estatus de las personas que podrían haberse puesto en riesgo, expertos en aviación citados por el Daily han advertido que ese tipo de conductas se ha vuelto recurrente en el Reino Unido, y ha despertado constantes quejas por parte de los pilotos que han señalado que al parecer los dueños de los drones lo hacen a propósito para captar imágenes dramáticas de aviones, al exceder los permisos de altura, y los límites de seguridad, acusando que estos incluso dotan a sus drones de baterías extra para alcanzar alturas prohibidas.
Los expertos han acusado que esa clase de comportamientos, en el pasado han llevado a que se reporten accidentes de drones que logran colisionar contra aviones comerciales, afortunadamente sin consecuencia para estos y sus pasajeros.
El dispositivo, que puso en riesgo el avión de la RAF, según el reporte del piloto era de cuatro hélices, y respondía a características de color rojo y plateado.