Después de reunirse con el presidente brasileño, Michel Temer, este martes en Brasilia, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, desembarcó este miércoles en Manaos, la capital del estado de Amazonas, donde visitó un centro de refugiados venezolanos.Brasil ha recibido en los últimos meses a cerca de 50.000 ciudadanos venezolanos que huyen de la crisis política y económica en su país.Puede leer: Los niños que se están quedando sin padres en Venezuela por culpa del éxodoAcompañado por la vice primera dama, Karen Pence, la mano derecha de Donald Trump visitó las instalaciones de la Casa de Acogida Santa Catarina, que alberga a 76 venezolanos, después de anunciar una ayuda extra de USD 10 millones —de los que USD 1,2 millones se destinarán a Brasil— para atajar la crisis migratoria, la cual atribuye a la “dictadura brutal” de Nicolás Maduro.En la institución, administrada por Cáritas y por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), Pence y su esposa distribuyeron juguetes como balones de fútbol y lápices de colorear a los niños, quienes les mostraron dibujos hechos especialmente para ellos.Los venezolanos también les contaron las dificultades que tuvieron que enfrentar al huir de su país y el dolor de dejar a sus familiares y amigos al otro lado de la frontera.Vea: ONU pide investigación internacional sobre VenezuelaLa mayoría de esos refugiados llegaron a Manaos hace un mes, cuando salieron de Boa Vista, capital del estado de Roraima, el punto álgido de la migración venezolana en el país.De acuerdo con el portavoz de Acnur en Brasil, Luiz Fernando Godinho, miles de venezolanos empezaron a llegar al Amazonas a mediados de 2016, al darse cuenta de que allí la situación era menos precaria que en el estado vecino.Pence, quien durante la reunión con Temer hizo duras críticas al Gobierno venezolano y le pidió a Brasil que fuera más “severo” en las sanciones a la administración de Maduro, volvió a insistir en ese punto este miércoles."El régimen debilitó la economía y el costo de sus crímenes no puede ser calculado en cifras", dijo Pence, quien añadió que una de las consecuencias "son los más de dos millones de personas que se han visto obligadas a huir del país".El vicepresidente estadounidense afirmó que “el pueblo venezolano merece libertad"."El mensaje que envía el presidente Donald Trump es que los Estados Unidos están con ustedes, camina junto con ustedes y van a seguir así hasta que la democracia sea restaurada”, dijo Pence.A diferencia de la calurosa recepción en Brasilia, Pence no fue recibido por las autoridades de Manaos. El alcalde de la ciudad, Arthur Virgílio Neto, afirmó que no sería el anfitrión de la visita oficial porque se sentía “preocupado” por el “enorme aparato militar” que acompañaba al vicepresidente.Le sugerimos: Los venezolanos expatriados que enseñan física gratis por videoconferencia a estudiantes de VenezuelaNeto consideró que se trataba de una “amenaza a la soberanía brasileña”. Al respecto, las autoridades norteamericanas no han hecho ningún comentario.Después de la visita a Manaos, Mike y Karen Pence sobrevolaron en helicóptero la selva amazónica para luego continuar su viaje hacia Ecuador, la segunda escala en su tercera gira por Latinoamérica.*Agencia Anadolu