La conmoción es el sentimiento que invade a Corea del Sur, tres días después de que una estampida al término de una fiesta de Halloween, dejara como saldo 156 fallecidos y decenas de heridos. La semana está marcada por un duelo nacional que decretó el presidente Yoon Suk-yeol este domingo –30 de octubre–.
Entre quienes lograron sobrevivir y esperan algún día poder olvidar esa experiencia está Juliana Velandia Santaella, una mexicana a quien la muerte no logró alcanzar en medio del caos y lucha por no enlistar entre las víctimas. En diálogo con medios internacionales evocó los casi 40 minutos de terror que vivió y que se convirtieron en una completa “pesadilla”.
“Caminamos unos metros, doblamos a la izquierda y en el callejón ocurrió todo. Yo estaba en la parte de arriba de la pendiente. Y todos empezamos a caer hacia abajo. Nos empezaron a empujar, a empujar, a empujar y no paraban” contó a Univisión la joven de 23 años, cuyo lugar de procedencia es Mexicali (capital del estado de Baja California).
“No podía expandir mis pulmones”
Desde Norteamérica la mujer viajó a Corea del Sur como parte de un intercambio universitario sin pensar que estaba a poco de vivir una de las mayores tragedias en la historia reciente del país asiático. El sábado en la noche Juliana estaba junto a otra compañera en el callejón del barrio Itaewon y recuerda que sobre las 10 de la noche había tomado una fotografía.
“En un punto nos empezaron a empujar tanto que la perdí de vista. Ya no sabía dónde estaba. Me empezaron a aplastar todo mi tórax y no podía expandir mis pulmones y no podía respirar” recordó la latina en conversación telefónica con el medio estadounidense. En ese momento la angustia ya invadía a las cientos de personas aglomeradas en esa zona.
“En un punto mis pies ya no tocaban el piso, había cuerpos debajo de mi. Había un muchacho que estaba inconsciente y me estaba aplastando y mis piernas estaban tan aplastadas que dejé de sentirlas. Juré que iba a perder las piernas, que me las iban a romper, que nunca más las iba a poder mover” recogió Univisión, y agregó que llegó el punto en el “que ya no podía respirar por la nariz porque no podía expandir los pulmones”.
El embajador de México en Corea del Sur, Bruno Figueroa, entregó un balance sobre los decesos y lesionados que se habían contabilizado hasta el domingo –30 de octubre–. “A poco más de 24 horas de la tragedia de Itaewon, las cifras presentadas por las autoridades son: 154 personas fallecidas, de las cuales 26 extranjeras, y 149 heridos. No hubo mexicanos entre los fallecidos, y la embajada ha tenido contacto con dos mexicanas con heridas leves”, resaltó.
El temor de Juliana ahora se enfoca en las posibles secuelas que pueda dejar la presión que su cuerpo sufrió. En este momento padece rabdomiólisis, una descomposición en los músculos y que según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) puede generar afectación en los órganos.
Medios como Bloomberg informaron que extranjeros de por lo menos 14 países estaban entre las víctimas mortales. Entre ellos había ciudadanos de Irán (nación que registró cinco decesos), China, Rusia, Francia, Australia, Vietnam, Estados Unidos y Tailandia.