Al líder norcoreano Kim Jong Un se le vió por primera vez en más de un mes esta semana y su estado físico generó dudas sobre su salud. El mandatario de 37 años ha tenido problemas en el pasado por sobrepeso y tabaquismo, lo que no se sabe es el motivo de la pérdida de peso en las últimas semanas.
El gobierno norcoreano no da pista alguna sobre su salud, aunque hace algunos años se filtró a la prensa internacional que el mandatario había sido sometido a una operación, aparentemente del corazón.
Esta semana, los medios de comunicación comparan sus imágenes recientes con las pasadas, inclusive recordando que redujo el tamaño de la correa de su reloj en su muñeca, pues también esta es ahora de otro tamaño.
Sobre el peso del mandatario, solo se sabe que antes de la pandemia pesaba 140 kilos y que personas cercanas a él dicen que subió seis kilos anuales desde que está en el poder, es decir desde 2011. También se especula sobre su tabaquismo, pues parece ser un hábito que no logra superar.
Aunque fue su tamaño lo que llamó la atención, Kim Jong Un apareció concretamente para hablar sobre los efectos de la pandemia en su país. El país, cuya economía está hundida por las múltiples sanciones internacionales impuestas a raíz de sus programas militares, atraviesa desde hace tiempo graves crisis alimentarias. Con la pandemia, la situación ha debido empeorar.
Pyongyang fue uno de los primeros en imponer estrictas restricciones sanitarias, entre las cuales está el cierre de su frontera para evitar la propagación del coronavirus detectado en China.
El régimen asegura que la epidemia no llegó al territorio, lo que ponen en duda muchos expertos. Pero este aislamiento ha tenido un impacto económico elevado e incluso el líder norcoreano Kim Jong Un ha reconocido las dificultades a las que tiene que enfrentarse la población, llamándola a prepararse para lo peor.
El comercio con Pekín, primer apoyo económico y diplomático del régimen, se ha reducido drásticamente. Las cifras del organismo chino de aduanas informaron que Corea del Norte había importado en abril bienes por un valor de 29 millones de dólares, más del doble que en marzo, pero una cifra muy por debajo del nivel de antes de la pandemia.
“Pyongyang estaba en una situación desesperada antes de la pandemia”, observa Soo Kim, exempleado de la CIA que trabaja actualmente par RAND Corporation. “El coronavirus agravó las dificultades sistémicas, institucionales y económicas existentes”.
Todos los extranjeros que trabajan para la ONU y las agencias de ayuda dejaron el país por las restricciones.
Varias de estas organizaciones le confirmaron a la AFP que este año no se publicará el informe sobre necesidades y prioridades, que normalmente presenta el balance de la situación humanitaria en el país y sobre el que se basa la ONU para los pedidos de fondos.
Esta decisión se debe a “la ausencia de evaluaciones y observaciones de terreno a raíz de las restricciones impuestas para combatir el coronavirus”, declaró Edwin Salvador, representante en Pyongyang de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es “muy probable” que la pandemia haya “agravado” la situación humanitaria en Corea del Norte, donde 10,6 millones de personas están necesitadas, declaró un portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Con información de AFP.