Indignación y mucho susto han generado en el gremio de periodistas mexicanos los recientes hechos padecidos por una comunicadora local identificada como María Luisa Estrada, quien el pasado 15 de julio fue objeto de un ataque sicarial del que afortunadamente salió ilesa.
El hecho, en el que también estaba presente una menor, ocurrió en inmediaciones de la ciudad de Guadalajara donde la reportera, dedicada al cubrimiento de temas políticos, y frecuente participante del espacio del ‘Mañanero’ del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue abordada por un sujeto desconocido que abrió fuego en contra de su vehículo.
Pese al terror que ha generado el hecho, y además de la denuncia misma que elevó la periodista, uno de los hechos que mayor conmoción ha generado en su país, ha sido el silencio e inoperancia que ha primado frente al particular por parte de las autoridades del orden local, estatal y federal.
En ese sentido, la periodista afirma que no ha conocido del despliegue de una investigación, ni mucho menos ha sido contactada por las autoridades con el objeto de por lo menos indagar sobre lo sucedido; siendo aún más remota la opción de que le brinden un esquema de protección debido a la inminencia del riesgo que actualmente corre su vida, siendo un ataque sicarial una manifiesta amenaza contra su integridad.
Sobre Estrada, medios locales en México han advertido que actualmente está vinculada a un medio de comunicación digital conocido como ‘Grillotina Política’, plataforma donde la mujer hace recurrentes denuncias.
Dentro de los hechos que mayor indignación ha generado, ha sido la reacción misma de las autoridades, pues si bien estas no han sido realmente operativas en el esclarecimiento del intento de asesinato, y la prevención de un eventual nuevo escenario, sí se pronunciaron en medio de una afirmación que ha sido vista como una ‘invitación a autocensurarse’, luego de que un uniformado sugiriera que la periodista ‘debía bajarle’ a su labor.
La mujer advierte que el hecho, ocurrido hace cerca de una semana, comenzó cuando un sujeto ‘la cerró’ en su camioneta, y acto seguido disparó dos veces en contra del carro de la comunicadora, y pese a haber seguido de largo, metros más adelante volvió a hostigarla con gritos que le advertían que se trataba de un atentado que tenían la intención de matarla.
La periodista comentó que tras la advertencia, el sicario apuntó nuevamente a su vehículo y le propinó tres nuevos disparos.
La mujer señaló que uno de los factores claves para haber logrado salvarse del atentado fue la presencia de más vehículos en la vía, cuyos conductores se percataron de lo ocurrido, e intentaron bloquear el avance del agresor.
En medio del escenario de crisis, la mujer reconoce que buscó un sitio seguro para que la menor que la acompañara pudiera resguardarse, al tiempo que ella buscó encaminar su marcha hacia un cuartel policial que le prestara ayuda.
Tras ponerse en contacto con policías turísticos, estos le brindaron los primeros auxilios, buscando cerciorarse de que ella no estuviera herida; la mujer advierte que incluso acudió al lugar una ambulancia.
No obstante, y pese a la atención que dice recibió inicialmente de las autoridades, advierte que el lunar en su actuar inicial, estuvo a cargo de uno de los agentes que se acercó para decirle que lo que había vivido ‘era una amenaza’, señalando que si realmente los violentos hubiesen querido matarla lo hubiesen hecho, y que lo que debía hacer era ‘bajarle’ a las denuncias que realizaba como periodista.
Tras lo ocurrido, la mujer buscó a las autoridades para interponer un denuncia, no obstante, y pese a ser llevada a la sede de la Fiscalía General en Guadalajara, no recibió la atención requerida, denunciando incluso que fue expulsada del lugar, aunque posteriormente se excusaron con ella y tomaron la denuncia.
La mujer advierte que actualmente se encuentra en riesgo, acusando que el atentado sufrido ocurrió apenas a una cuadra de su residencia, pese a lo cual las autoridades no le brindaron el acompañamiento requerido de escolta de vuelta a su hogar.
En virtud de lo anterior, la periodista afirma que tuvo que recurrir a las medidas de autoprotección, buscando resguardarse en otra residencia.
Sobre a inoperancia de las autoridades de su país, la mujer también ha denunciado que los funcionarios de protección han ‘jugado con ella’, pues si bien inicialmente le ofrecieron, de palabra, ayuda para reubicarse en México, posteriormente le bajaron el ‘nivel de riesgo’ en la valoración, y advirtieron que su medida de protección sería únicamente un botón de pánico y rondas policiales.
Si bien la mujer no tiene pruebas, sí advirtió, en denuncia recogida por el diario el Universal, que el cambio en su ‘medida de protección’, responde a una represalia por denuncias que ella hizo sobre la institución encargada en el pasado.
Evidentemente molesta, la mujer señaló que el programa de protección de su país es inservible, señalando que lastimosamente solo atienden a los casos cuando ya ha ocurrido una tragedia, denunciando diferencia de tratos hacia aquellos que ejercen su oficio en las zonas de región; “porque somos los pinches periodistas de provincia”.
La periodista reconoce que rechazó el esquema de protección ofrecido, advirtiendo además los riesgos y corrupción al interior de la empresa que lo gestiona en México.
Dentro del trabajo periodístico y las denuncias recientes que ha realizado la comunicadora, medios mexicanos han exaltado que recientemente participó del ‘Mañanero de AMLO’, cuestionando las desapariciones ocurridas en el Estado de Jalisco.
La periodista denunció en 2021 la corrupción en la institución encargada de la protección a periodistas, y el año pasado encaró a AMLO en un espacio público para lamentar que Jalisco pasara de ser un estado bonito a ser el más peligroso del país. En ese sentido, la periodista ha sido vehemente en sus críticas a la gestión del gobernador local, según destacan medios nacionales en México.
Tras lo ocurrido, el gremio periodístico de México se ha solidarizado con la mujer, dando importante visibilidad a su caso.