El pasado domingo 5 de febrero se presentó un hecho lamentable en Arequipa, Perú, luego de que se registrarán varios deslizamientos de tierra que arrasaron cientos de edificios, afectando varias localidades de dicha ciudad. Según las autoridades hasta el momento se han reportado 40 fallecidos y las labores de rescate aún continúan.

El estado de emergencia fue proclamado en varias localidades debido a la gravedad del asunto; además, varias personas resultaron heridas tras los hechos. A su vez, varios diputados le han sugerido al primer ministro que habilite el puente aéreo con el fin de socorrer a las víctimas.

Las zonas más afectadas por los deslaves son Secocha, Miski, Urasqui y San Martín que albergan explotaciones mineras adonde llegan trabajadores de otras regiones, que podrían haber muerto sepultados en los socavones que horadan los cerros de esta provincia, explicó el gobernador Rohel Sánchez.

Por su parte el Gobierno promulgó el estado de emergencia en el distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, donde el alcalde detalló que 1.000 viviendas fueron sepultadas. La zona más afectada es el distrito Nicolás Valcárcel, de la provincia de Camaná (oeste de Arequipa), donde las intensas lluvias que cayeron desde el domingo reblandecieron la materia de los cerros hasta provocar el aluvión.

Residentes del aislado pueblo de Camaná, 840 kilómetros al sur de Lima, caminan entre los escombros dejados tras un deslizamiento de tierra en Perú. (Photo by Diego Ramos / AFP) | Foto: AFP or licensors

Las labores de rescate de los cuerpos de los civiles que quedaron sepultados se ha complicado, debido a que en una de las zonas más afectadas la única carretera de acceso ha quedado bajo los escombros, lo que ha hecho imposible que se pueda entrar a dicho terreno.

Hay una alta probabilidad que en los socavones mismos también se encuentren personas que están allí fallecidas”, dijo el mandatario Rohel Sánchez en una conferencia.

Sánchez reconoció que el número de víctimas y su identificación podría ser un problema “muy complejo” en vista del carácter flotante de la población de esas cuatro localidades.

“En cada uno de ellos hay población flotante por la actividad de la minería que desarrollan”, señaló el gobernador.

El deslizamiento también ha afectado a 20.000 ciudadanos que se quedaron sin agua potable y sin los accesos viales pertinentes para conseguir lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas, como comer.

Las autoridades el lunes, advirtiendo que el número de víctimas del desastre podría aumentar. (Photo by Diego Ramos / AFP) | Foto: AFP or licensors

Por vía área el Gobierno ha enviado agua y frazadas; sin embargo, para la magnitud de lo sucedido la ayuda no ha sido suficiente. Varios civiles han mencionado que ante lo sucedido se les ha permitido dormir en hoteles que están siendo usados como albergues, sin embargo, otros han tenido que dormir en la calle, debido a que el espacio no ha sido suficiente para todas las personas que resultaron damnificadas.

Este martes 7 de febrero en horas de la mañana, el Ministerio del Interior informó sobre el envío de 4,5 toneladas de ayuda humanitaria, que incluye 250 kilos de medicinas y otros insumos médicos. Junto a estos suministros viajaron diez profesionales de la salud y siete técnicos de la Gestión Reactiva del Riesgo de Desastres.

La entrega, detalló el Ministerio, estuvo a cargo de la presidenta Dina Boluarte, acompañada por otros funcionarios, como el encargado de la cartera de Defensa, Jorge Chávez Cresta.

Los deslizamientos de lodo y rocas surgieron como consecuencia de las lluvias torrenciales. (Photo by Diego Ramos / AFP) | Foto: AFP or licensors