El pasado 7 de diciembre la crisis política en Perú llegó a su límite, el entonces presidente Pedro Castillo, investigado por corrupción en su país, intentó sin éxito disolver el Congreso y aseguró que se había orquestado un golpe de Estado en contra de su gobierno.

Las reacciones no se hicieron esperar entre los mandatarios de la región, cuatro países, entre ellos Argentina, Colombia, México y Bolivia, emitieron un comunicado en respaldo al expresidente Pedro Castillo, detenido por el delito de rebelión.

“No es novedad que el presidente Pedro Castillo Terrones, desde el día de su elección, fue víctima de un antidemocrático hostigamiento (…) para luego ser objeto de un tratamiento judicial de la misma manera violatorio” dice el comunicado emitido por los mandatarios, lo que desconoce implícitamente a Dina Boluarte como presidenta de la nación tras la salida de Castillo.

“Nuestros Gobiernos hacen un llamamiento a todos los actores involucrados en el anterior proceso para que prioricen la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas” y se abstengan de “revertir la voluntad popular expresada con el libre sufragio”, dice la misiva.

Por este motivo, la ministra de Asuntos Exteriores de Perú, Ana Cecilia Gervasi, informó que llamará a consultas a los embajadores de Perú en Argentina, Bolivia, Colombia y México, cuyos gobiernos en los últimos días han expresado su apoyo público al expresidente Pedro Castillo, detenido y acusado de rebelión.

La decisión está motivada, según la ministra, por “la intromisión” de las “más altas autoridades” de esos países en los asuntos internos de Perú.

Este llamado se produce un día después de que la canciller también convocará a los embajadores de México, Bolivia y Argentina y el encargado de negocios de Venezuela en Perú por la misma razón.

Según la funcionaria del Gobierno, las declaraciones de los jefes de Estado de estos cuatro países, cuestionando la “sucesión presidencial realizada en estricto apego a la constitución de Perú” no coinciden “con los tradicionales lazos de amistad, cooperación y respeto mutuo” que les unen.

Los presidentes se habían pronunciado incluso en sus cuentas oficiales de Twitter antes de la misiva firmada por todos, Gustavo Petro, por ejemplo, fue directo en señalar que Castillo fue encarcelado sin juez y sin defensa, insistiendo que el expresidente fue elegido popularmente.

“La crisis en el Perú, el apresamiento, sin juez y sin defensa, de un presidente elegido popularmente, ha puesto en serio cuestionamiento el papel de la Convención Americana en el ordenamiento jurídico latinoamericano”, trinó Petro.

También hizo lo propio el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al asegurar que había que reconocer a Pedro Castillo como presidente: “Hay que reconocer que ganó democráticamente (Pedro Castillo) y que no se le puede destituir. Que eso de origen, aunque esté en la Constitución peruana, tiene un problema, una falla antidemocrática”.

Cabe recordar que el Congreso de Perú aprobó la retirada del fuero especial al expresidente Pedro Castillo, allanando así el camino hacia un juicio por su intento de golpe de Estado de la pasada semana, cuando anunció la disolución del Parlamento y decretó un Gobierno de excepción.

Con 67 votos a favor y 45 en contra, el Pleno del Congreso dio luz verde para levantar la prerrogativa de antejuicio político de la que gozaba Castillo como jefe de Estado y ahora podría ser procesado por la Fiscalía.

Con información de Europa Press*