El movimiento extremista talibán regresó recientemente al poder en Afganistán después de 20 años de una guerra marcada por una política de intervención liderada por Estados Unidos, que se inició luego de los atentados terroristas cometidos contra el World Trade Center o Torres Gemelas en Manhattan, Nueva York, en el año 2001.
El regreso de los talibanes ha generado caos y temor entre los ciudadanos afganos, a tal punto de que cientos de ellos han intentado huir, incluso arriesgando sus propias vidas, en aviones de la Fuerza Aérea estadounidense que han despegado desde el aeropuerto internacional de Kabul, la capital del país.
Recientemente se conoció una sentencia de muerte que los talibanes impusieron al hermano de un traductor afgano, a quien acusaron de ayudar a Estados Unidos y brindar seguridad a su hermano, quien se desempeñó como intérprete de las tropas estadounidenses, según documentos revelados por el medio norteamericano CNN.
“Se le ha acusado de ayudar a los estadounidenses. (...) También se le acusa de brindar seguridad a su hermano, que ha sido intérprete”, escribieron los talibanes en el documento de sentencia de muerte.
Un primer documento le ordena al acusado que comparezca a una audiencia, mientras que una segunda carta notifica que el sujeto no se presentó a la audiencia. En una tercera carta se le notifica que será condenado a muerte al ser considerado “culpable in absentia” luego de ignorar las primeras advertencias.
“Elegiste este camino por ti mismo y tu muerte es eminente [ sic ], si Dios quiere”, concluye la tercera carta emitida por los talibanes, en la que dejan claro que la decisión de condenar al muerte al sujeto es definitiva y no tendrá derecho a objetar.
Esta noticia surge días después de que Bilal Sarwary, uno de los principales periodistas de Afganistán, compartiera a través de su cuenta en Twitter unas polémicas imágenes sobre las torturas que empiezan a padecer los pobladores a manos de los talibanes.
En las imágenes que fueron compartidas por Sarwary se ve a dos hombres desfilando por una calle de Afganistán con el rostro cubierto con una sustancia similar a alquitrán y atados por sogas alrededor del cuello. Mientras tanto, ambos son rodeados por una multitud de combatientes fuertemente armados, quienes también les dan puñetazos.
“Los talibanes acusaron a estos hombres de robo, sus rostros estaban teñidos de negro, para avergonzarlos y fueron exhibidos en la ciudad de Herat después de las oraciones del viernes”, indicó el periodista al respecto. “La justicia al estilo de los talibanes a menudo significa que se cortan las manos a los ladrones”, agregó Bilal Sarwary.
Entre tanto, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), organización internacional política y militar encargada de garantizar la libertad y la seguridad de sus países miembros, solicitó la semana pasada a los talibanes que permitan la evacuación de los afganos que deseen abandonar el país luego del regreso al poder del grupo extremista islámico.
El organismo internacional también prometió que los aliados mantendrán una “estrecha cooperación” durante la operación de evacuación de los ciudadanos, mientras que los ministros de Relaciones Exteriores de la Alianza Atlántica mantuvieron una reunión de emergencia para analizar la situación en Afganistán.
“Llamamos a quienes están en posiciones de autoridad en Afganistán a respetar y facilitar la marcha ordenada y segura, también a través del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul”, afirmaron los 30 ministros de la Otan en un comunicado.
“Mientras continúe la operación de evacuación, mantendremos nuestra estrecha coordinación operativa a través de los medios aliados” en el aeropuerto, añadieron los ministros de la Otan. Estados Unidos y sus aliados de la Otan han estado evacuando a cientos de ciudadanos, empleados afganos y a sus familias de Kabul, la capital del país, desde el pasado fin de semana.