Después de haber perdido las primarias de Iowa y las de Nueva Hampshire ante Donald Trump, de todas formas, Nikki Haley intenta ver esas derrotas como una victoria y se ha comprometido a evitar una “coronación” de Trump como el candidato del Partido Republicano en 2024.
Sin embargo, el camino a través de las siguientes primarias en otros estados podría no ser más fácil.
“Estábamos encantados”, dijo Haley ante cientos de simpatizantes que agitaban letreros el miércoles por la noche en un mitin en North Charleston, Carolina del Sur, en el cual presentó el segundo sitio que obtuvo en Nueva Hampshire como un triunfo, dado el poco apoyo que tenía su campaña cuando comenzó.
“Salimos allí, e hicimos nuestras cosas y dijimos lo que teníamos que decir, y luego Donald Trump salió allí y sólo hizo una rabieta”, agregó Haley, refiriéndose a las declaraciones de Trump la noche de las primarias, en las que el expresidente la insultó repetidas veces en un discurso en el que se le vio mucho más molesto que en las declaraciones que hizo tras su victoria en Iowa.
Haley sí tuvo un mejor desempeño en las primarias del martes en Nueva Hampshire del que tuvo en los caucus de Iowa la semana anterior, donde terminó en tercer lugar, muy por detrás de Trump y ligeramente abajo del gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien desde entonces canceló su campaña.
Haley contaba con un robusto apoyo en Nueva Hampshire, un estado en el que su intento de atraer a independientes y a republicanos más moderados pareció surtir efecto. Sin embargo, Trump ganó por dos dígitos el martes por la noche, lo que llevó a algunos a preguntarse si Haley continuaría en la contienda.
Durante una conversación virtual con votantes republicanos de las Islas Vírgenes de Estados Unidos —que celebran sus caucus el 8 de febrero—, la exembajadora estadounidense ante la ONU dijo que seguirá adelante, antes de partir de Nueva Hampshire con destino a Carolina del Sur.
El evento del miércoles por la noche le sirvió a Haley para dos propósitos: fue una reunión de bienvenida para una residente de Carolina del Sur y la inauguración de su campaña en el primer estado del sur del país que llevará a cabo sus primarias republicanas, y que históricamente ha ejercido influencia a la hora de determinar al candidato del partido. Desde 1980, sólo un ganador de las primarias republicanas en Carolina del Sur ha perdido la nominación.
Desde que el triunfo de Trump en las primarias de 2016 ayudó a consolidar su dominio en la contienda de ese año, Carolina del Sur se ha mantenido leal a él. Para la campaña de 2024, Trump cuenta con el apoyo de todos, salvo uno de los republicanos del estado en la Cámara de Representantes federal, así como del gobernador, el vicegobernador y ambos senadores federales.
“Trump se encuentra en una posición dominante en Carolina del Sur”, dijo uno de esos senadores, Lindsey Graham, el miércoles en el capitolio federal, elogiando la labor de Haley, pero pronosticando su derrota en su estado natal. “Creo que, para fines prácticos, las primarias han terminado”.
Afuera del mitin de Haley, varias docenas de simpatizantes de Trump ondeaban banderas e hicieron sentir su presencia, pese a que había una zona a la que no se podía ingresar, lejos de la entrada al salón de actos.
Al concluir su evento del miércoles, Haley dijo que había recaudado 1 millón de dólares desde que pronunció su discurso posterior a las primarias en Nueva Hampshire la noche anterior, dinero que, según señaló, provenía de los 50 estados, y del cual la gran mayoría se había conjuntado con donativos de 200 dólares o menos.
*Con información de AP.