Ya se completan dos semanas desde que una exploración para conocer de cerca los restos del Titanic terminó en una tragedia cuando implosionó un submarino con cinco tripulantes. La catástrofe ocurrió el domingo 18 de junio cuando el mundo permaneció en vilo, luego de que se perdiera contacto con el vehículo marino.
Días más tarde se empezó a pronosticar lo peor: la dificultad para rescatar a todos los viajeros y su posterior muerte. Los detalles de cómo ocurrió el colapso son ahora materia de investigación tanto por la Guardia Costera estadounidense como por autoridades de Canadá, mismas que participaron en las tareas de búsqueda.
A bordo estaba el británico aviador Hamish Harding, el empresario de Pakistán Shahzada Dawood y su hijo Suleman, el cofundador y CEO de OceanGate, Stockton Rush, y uno de los hombres que más sabía del Titanic (tras múltiples trayectos al fondo del mar), Paul-Henry Nargeolet. Respecto a este último, se calcula que en sus 73 años hizo más de una treintena de inmersiones.
OceanGate impulsa nuevos viajes
La tragedia del sumergible sigue generando estupor a nivel internacional y sembrando el temor, en algunos, para adentrarse más adelante en las profundidades marítimas; una posibilidad que (por su costo) no es accesible para todo el mundo. Los interesados en detallar de cerca los restos del barco naufragado en 1912 deben pagar al menos 250.000 dólares.
En su sitio web OceanGate, empresa encargada de dichas expediciones, sigue promocionando los trayectos; de hecho, ya hay fecha para los próximos viajes. Para 2024 hay dos misiones en agenda: la primera es del 12 al 20 de junio y una segunda está programada entre el 21 y 29 del mismo mes.
Cabe aclarar que en la página web de dicha compañía se hace énfasis en que, de momento, las exploraciones operaciones comerciales y de exploración se encuentran suspendidas. Sin embargo, no se ha hecho cancelación oficial de los viajes programados para 2024, de los cuales sigue entregando más detalles.
“Una oportunidad” de ocho días
La odisea hasta los vestigios del Titanic dura ocho días con San Juan de Terranova como la ciudad canadiense punto de salida y retorno. En la página web especifica que quien se anime a vivir la experiencia cuenta con su dormitorio, el entrenamiento requerido, el equipo para adelantar la exploración, alimentación y la inmersión.
Por fuera de los 250.000 dólares quedan los tiquetes, hoteles y comidas antes de la salida y el seguro de viaje o personal.
“Siga los pasos de Jacques Cousteau y conviértase en un explorador submarino, comenzando con una inmersión en los restos del RMS Titanic. Esta es tu oportunidad de salir de la vida cotidiana y descubrir algo realmente extraordinario. Conviértete en uno de los pocos en verlo con tus propios ojos”.
Respecto al itinerario, los primeros dos días son de encuentro con la tripulación y abordaje del barco que se dirigirá hasta el sitio exacto del naufragio (a casi 4.000 kilómetros de profundidad). También se expondrá información clave de seguridad y logística antes de evaluar las condiciones del mar para avanzar.
En el día del descenso, el viajero “subirá al interior de Titán, el sumergible para cinco personas de OceanGate, para comenzar la inmersión. Aquellos que no buceen el primer día serán incorporados a otras áreas de las operaciones de buceo como (...) ayudar al gerente de expedición, recopilar medios o simplemente disfrutar viendo al equipo trabajar en conjunto para hacer algo verdaderamente único”, destaca esa empresa.
El lapso de descenso y regreso a la superficie suele ser de cuatro horas y con el tiempo de exploración se completan aproximadamente ocho.