La quinta visita que hace Gustavo Petro a Nicolás Maduro no deja de ser controvertida. Se trata del acercamiento de Colombia al régimen venezolano, acusado no solo de entorpecer el proceso democrático en aras de que no existan más opciones que el chavismo, sino de liderar una peligrosa red criminal denominada como el “cartel de los soles” que ha lavado dinero en Estados Unidos y ha buscado inundar sus calles con cocaína.

En el año 2020, cuando Donald Trump era presidente de los Estados Unidos, la fiscalía de ese país reveló un duro indictment en el cual recogía el tenebroso paso de ese régimen por las tierras del Tío Sam. A través de un documento de 28 páginas, el Departamento de Justicia acusó a Maduro y al líder del partido socialista Diosdado Cabello de conspirar con la guerrilla colombiana para “inundar a Estados Unidos con cocaína” y utilizar la venta de drogas “como arma contra” dicho país.

En el escrito también señaló a Maduro de convertir a Venezuela en un emporio criminal al servicio de narcotraficantes y terroristas. “Calculamos que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína fueron sacadas de Venezuela por estas rutas. Esas 250 toneladas métricas equivalen a 30 millones de dosis letales”, declaró el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Maduro al conocer el escrito, acusó a Trump de “miserable y racista”. Y aseguró que “solo los racistas del siglo XIX le ponen precio a la cabeza de unos revolucionarios dispuestos a combatirlos en todos los terrenos”.

Además de Maduro y Diosdado Cabello, el Departamento de Estado ofreció recompensas de hasta 15 millones de dólares por información que conduzca a la captura del vicepresidente encargado de Economía, Tareck El Aissami; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino; y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; así como contra los militares retirados Hugo Carvajal, exjefe de la inteligencia militar; y Clíver Alcalá Cordones. Todos ellos, altos directivos del régimen venezolano.

Estados Unidos también acusó a dos líderes de la extinta guerrilla Farc. Específicamente a Iván Márquez, cuyo verdadero nombre es Luciano Marín, jefe negociador de las Farc en las conversaciones que desembocaron en el acuerdo de paz con el gobierno colombiano en 2016, y a Jesús Santrich, llamado realmente Seuxis Paucis Hernández, también negociador en los diálogos de La Habana y exalto mando guerrillero. Ambos están prófugos de la justicia.

Los cargos por participar en una “conspiración narcoterrorista” conllevan una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua. El Departamento de Estado ofreció recompensas de hasta 15 millones de dólares por datos que lleven a la captura de Maduro, cuya autoridad Washington desconoce, y por hasta 10 millones por información que permita detener a Cabello, El Aissami, Carvajal, y Alcalá Cordones.

Los funcionarios estadounidenses también señalaron a Maduro como líder de la organización narcotraficante Cartel de los Soles, que según dijeron involucraba a políticos de alto rango y miembros del ejército y el poder judicial venezolanos. De acuerdo con los documentos oficiales, la entonces guerrilla de las Farc y el Cartel de los Soles enviaron cocaína procesada desde Venezuela a Estados Unidos a través de puntos de transbordo en el Caribe y países de América Central, como Honduras.

La cita de Petro con Maduro

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, viajará el martes a Venezuela para reunirse con su par Nicolás Maduro. La visita de Petro a Venezuela se produce una semana después de que el mandatario colombiano calificara de “golpe antidemocrático” la inhabilitación de candidatos opositores como María Corina Machado en las elecciones presidenciales venezolanas, previstas para el próximo 28 de julio, en un inédito cuestionamiento a Maduro, de quien ha sido un aliado.

“No hagamos anormal, ni escandalicemos, diferencias que se puedan tener (...). De Colombia no nos separará nadie. Tenemos grandes objetivos que cumplir juntos, hacer avanzar la economía, el comercio, la paz. Nosotros estamos ayudando a Colombia en la paz y seguiremos juntos”, expresó Maduro al confirmar la noche de este lunes, en la televisión estatal, su encuentro en Caracas con Petro.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el presidente colombiano, Gustavo Petro, saludan después de una reunión en el Palacio Presidencial de Miraflores, en Caracas. | Foto: AFP

Venezuela tiene previsto recibir esta semana negociaciones entre el gobierno de Petro y la guerrilla del Ejercito de Liberación Nacional (ELN), en un proceso que buscan acuerdos similares al que llevó a la disolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Será el quinto cara a cara de ambos gobernantes desde que Pero asumió el poder en agosto de 2022, después de que su antecesor en la presidencia, Iván Duque, desconociera la reelección de Maduro en 2018 por denuncias de fraude de la oposición. “Hoy hubo una reunión extraordinaria entre el canciller (Luis Gilberto) Murillo, de Colombia, y el canciller (Yván) Gil, de Venezuela. Mañana nos visita el presidente Petro. Conversaremos todos los temas”, manifestó Maduro.

“Seguramente mañana profundizaremos en los proyectos de energía, gas, petróleo; en los proyectos de seguridad fronteriza (...); en los proyectos de incremento del tema comercial, del tema económico, de la cooperación diplomática (...), el asalto a la embajada de México en Ecuador, el tema palestino”, siguió sin dar mayores detalles. “Hay muchos puntos en común y si hay alguna diferencia, bienvenida la diferencia”, añadió.

El lunes pasado, Petro criticó la inhabilitación de opositores de cara a las presidenciales venezolanas. A diferencia de Estados Unidos y algunos otros gobiernos de América Latina, el presidente colombiano había evitado cuestionar los comicios, en los que Maduro busca un tercer mandato.

Machado está inhabilitada por 15 años para ejercer cargos públicos. La principal alianza opositora en Venezuela denunció que no pudo inscribir tampoco a la sustituta de la exparlamentaria liberal, Corina Yoris, de 80 años.

*Con información de AFP