Familiares de detenidos por las masivas protestas del 11 de julio en Cuba pidieron al presidente Miguel Díaz-Canel “un gesto de altura” y amnistiar o indultar a sus parientes.

“Como familias solicitamos de Ud., en su calidad de presidente de Cuba, un gesto de altura y conceda una amnistía, o en su caso un indulto o sobreseimiento, a nuestros familiares presos”, dicen 108 familiares y 50 amigos firmantes de una carta dirigida al mandatario.

La misiva, fechada el 17 diciembre, fue entregada al Consejo de Estado el lunes, y la AFP tuvo acceso a la misma este martes.

Los firmantes recuerdan que para conseguir la amnistía de los presos, la Asamblea Nacional del Poder Popular (el Poder Legislativo del país), que este martes delibera en su segunda sesión ordinaria anual, tendría que aprobar primero una ley en este sentido.

Miles de personas se manifestaron el 11 de julio en más de 50 ciudades cubanas al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre”. Las protestas se saldaron con un muerto, decenas de heridos y 1.320 detenidos, de los cuales 698 siguen presos, según la ONG de derechos humanos Cubalex.

“Solo tenemos que lamentar una muerte, la del joven Diubis Laurencio Tejeda. Ningún policía resultó muerto, ningún funcionario tuvo que ser hospitalizado y muy pocas propiedades, teniendo en cuenta la magnitud de las protestas, sufrieron daños definitivos”, indica la misiva.

El fallecimiento de Tejeda el 12 de julio en un enfrentamiento con la policía en La Güinera, un barrio marginal de La Habana, fue informado en su momento por las autoridades, sin embargo no hay cifras oficiales sobre la cantidad de personas que resultaron heridas ni de las que fueron a prisión.

Los familiares consideran que las sentencias solicitadas a los participantes, de entre 1 y 27 años de cárcel, “son desproporcionadas”.

Les imputan “delitos de incitación a delinquir, atentado, resistencia, sabotaje, desorden público, daños a la propiedad y por el fuerte delito de sedición que tenemos entendido se aplica fundamentalmente en tiempos de guerra”, señalan los remitentes.

El documento señala que sería injusto que sus familiares tuvieran que cumplir esas penas.

“El sistema judicial y el gobierno cubanos deben hacer un alto y reflexionar en que un daño, cualquiera sea, no se repara con una injusticia y en que el ejercicio de los derechos constitucionales no es un delito”, añaden.

Indican que de los detenidos, más de 100 han sido juzgados ya, pero el resto espera en prisiones en malas condiciones.

El opositor Consejo para la Transición Democrática de Cuba envió a principios de este mes una carta al comité contra la tortura de la ONU para que interceda ante La Habana por una amnistía.

Diálogo, no palos

Tras el 27 de noviembre hubo “varios momentos de inflexión”, dice desde México la activista Anamely Ramos, que estuvo en San Isidro y considera que ese día inició “un camino de no retorno”.

El artista de performance Luis Manuel Otero Alcántara y el rapero Maykel Osorbo, coautor del famoso tema ´Patria y vida´, realizaron en abril una manifestación con vecinos de su barrio de San Isidro. Ambos ahora están encarcelados. Ese mes otros fueron detenidos tras una protesta en una plaza de la Habana Vieja.

En julio estallaron al grito de “Libertad” y “Tenemos hambre” históricas marchas en unas 50 ciudades de la isla, saldadas con un muerto, decenas de heridos y 1.172 detenidos, de los cuales 658 siguen presos, según la ONG Cubalex.

De la mano del dramaturgo Yunior García, ahora en España, surgió Archipiélago, un grupo de debate político en Facebook con 38.000 miembros dentro y fuera de Cuba, que pide la liberación de presos políticos.

El Gobierno cubano considera a los disidentes “mercenarios” al servicio de Washington.

Pero “más allá de la política de asedio de Estados Unidos a Cuba como factor que entorpece los procesos de diálogo y confianza” entre cubanos “nos debemos como nación diálogo, no palos”, señala Alfonso.

*Con información de AFP.