María del Carmen Alva, presidenta del Congreso de Perú, pidió este viernes al nuevo jefe del gabinete ministerial del mandatario Pedro Castillo, Héctor Valer Pinto, cuestionado por presunta violencia doméstica, que renuncie al cargo.
“El Congreso y todas las bancadas le hemos pedido que dé un paso al costado. Parece que hay consenso en eso, pero ojalá que nos escuche”, manifestó Alva en rueda de prensa.
El funcionario quedó en entredicho después de que varios medios limeños publicaron el jueves pasado una denuncia de su esposa y su hija universitaria por supuesta violencia intrafamiliar en 2016.
Valer, por su parte, reaccionó negando completamente las acusaciones en su contra y dijo que nunca fue condenado por esta denuncia. Además, afirmó que seguirá al frente del Consejo de Ministros, salvo que el Congreso le niegue el voto de confianza.
Alva desestimó adicionalmente un pedido que hizo el político para que el Congreso sesione en forma extraordinaria este sábado para decidir si concede o no el voto de confianza, imprescindible para que el nuevo gabinete se mantenga en funciones.
Varios partidos opositores adelantaron que le negarán la confianza, lo que obligaría a Castillo a reorganizar el gabinete una vez más. La Presidencia de Perú también informó que el mandatario “brindará un mensaje a la nación en las próximas horas”, sin precisar si hablará de la controversia sobre Valer.
Este es el tercer gabinete que nombra Castillo en sus seis meses en el poder, que se han caracterizado por tropiezos propios y pugnas internas en el Gobierno, así como embates de la derecha radical, que intentó en diciembre abrirle un juicio de destitución.
Valer, entre tanto, admitió el jueves que en el pasado tuvo problemas con su hija universitaria. Dijo que le llamó la atención varias veces como cualquier padre, pero negó haberla golpeado.
Según el diario El Comercio, la esposa y la hija denunciaron que “fueron agredidas por el funcionario” en su casa en Lima, el 21 de octubre de 2016. En una comisaría la hija declaró que su padre “le propinó bofetadas, patadas y jalones de cabello”.
Una jueza ordenó en febrero de 2017 “medidas de protección” para la esposa porque había “indicadores de maltrato corporal”, pero no para la hija. Versiones similares publicaron otros periódicos peruanos.
El actual jefe del gabinete no solo es cuestionado por la oposición, sino que también recibió críticas del ministro de Comercio Exterior y Turismo, Roberto Sánchez, quien le pidió que dé “un paso al costado”.
“Violencia familiar, grave problema que debemos erradicar. Afecta a agresores y víctimas, ambos requieren un proceso serio de atención y rehabilitación psicosocial y espiritual”, precisó Sánchez en Twitter.
Además, el Ministerio de la Mujer expresó su rechazo a la violencia familiar “venga de quien venga, sin importar posición política”. Castillo tuvo que reorganizar esta semana su gobierno tras la sorpresiva dimisión de la jefa de gabinete, Mirtha Vásquez, por desacuerdos sobre los últimos ascensos en la Policía.
*AFP