La organización Human Rights Watch (HRW) hizo un llamado a los gobiernos sudamericanos y europeos para que en la próxima cumbre UE-Celac, prevista para la semana que viene, aborden con prioridad la situación de derechos humanos en Nicaragua.
De acuerdo con la directora de HRW para las Américas, Juanita Goebertus, “la crisis de derechos humanos en Nicaragua requiere una respuesta firme y sostenida de los gobiernos democráticos de América Latina y Europa”.
En esta línea, Goebertus ha instado a los líderes de ambos bloques a “establecer un Grupo de Amigos del Pueblo Nicaragüense para coordinar una respuesta internacional efectiva hacia Nicaragua y promover (...) una transición democrática en el país”.
De este modo, HRW suscribe las palabras de en torno a 160 víctimas de la represión del régimen de Daniel Ortega, que han redactado una misiva en la que apelan a que la cumbre UE-Celac aborde la situación en el país centroamericano.
La iniciativa está respaldada por nicaragüenses en el exilio y antiguos presos políticos, como los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, periodistas como Carlos Fernando Chamorro o políticos como Félix Maradiaga, Medardo Mairena o Juan Sebastián Chamorro.
En los últimos años, el régimen de Ortega ha intensificado la persecución de las voces disidentes en el país, muchos de los cuales han sido detenidos y procesados arbitrariamente, expulsados y privados de su nacionalidad y sus bienes.
“Los gobiernos latinoamericanos y europeos deben unirse para establecer una estrategia conjunta ante la crisis de Nicaragua (...) El pueblo de Nicaragua no tiene más tiempo que perder”, dijo Goebertus.
El obispo nicaragüense Rolando Álvarez regresa a prisión y no se exiliará en Roma, esto fue lo que sucedió
Justo cuando parecía inminente la total liberación del religioso nicaragüense Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, el pasado miércoles 5 de julio, luego de meses y meses de negociaciones y peticiones por parte de organizaciones de protección de derechos humanos a nivel mundial, el régimen de Daniel Ortega regresó al clérigo a prisión y canceló su viaje a Roma.
La noticia fue confirmada por “fuentes eclesiales y diplomáticas” al medio local Confidencial, afirmando que, luego de que Álvarez fuera liberado de la cárcel La Modelo en Nicaragua, y comenzaran las negociaciones entre un enviado del Vaticano y el régimen local, este miércoles las negociaciones habría “fallado” y el obispo regresó a prisión.
Según explicó el medio local, habría sido el mismo Álvarez quien se opuso a su exilio en Roma, por lo que las negociaciones no habrían tenido ninguna otra alternativa y el régimen nicaragüense no permitió su liberación y continuación del trabajo religioso en el país, por lo que fue enviado de nuevo a la cárcel.
“La única circunstancia en la que monseñor Álvarez aceptaría irse al exilio es si el papa Francisco se lo pide o se lo ordena, y eso no ocurrió antes, ni tampoco ha ocurrido en las pláticas que llevaron a cabo esta semana con un representante diplomático del Vaticano”, afirmó la fuente para Confidencial, siendo esta la constante respuesta de Álvarez en medio de su lucha contra el régimen de Ortega, puesto que ya se ha negado a ser exiliado en diferentes ocasiones.
Pues bien, antes de esto, el medio citado había confirmado que el obispo se encontraba bajo resguardo de la Conferencia Episcopal. “Sabemos que existen contactos entre el Gobierno, la Conferencia Episcopal y el Vaticano para liberarlo y enviarlo al exilio”, afirmando que había sido liberado a inicios de esta semana, y se indicó que sería enviado a Roma tras su excarcelación, pero esto no sucedió.
Es de recordar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió la liberación del obispo, pidiendo a las autoridades nicaragüenses que garantizaran “un trato digno” al prelado “mediante el acceso inmediato a servicios de salud, medicamentos y alimentación adecuada”, así como el contacto con “familiares y abogados”, puesto que se encontraba en una situación de “extrema vulnerabilidad”.
Álvarez fue condenado el 10 de febrero tras rechazar, un día antes de su sentencia, marcharse a Estados Unidos junto a 222 presos políticos excarcelados y expulsados del país. La Corte había establecido un plazo hasta el 7 de julio para que Nicaragua tramitara la liberación del prelado e informara debidamente del proceso de excarcelación al tribunal.
El caso de Álvarez es uno de los temas de tensiones entre el gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia católica, mientras las relaciones diplomáticas de Managua con el Vaticano están al borde de la ruptura. A inicios del pasado mes de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense sostuvo en un comunicado que “se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas” con la Santa Sede.
*Con información de Europa Press.