La situación de reformas en Israel continúa alarmando a su población y, además de la que podría poner de nuevo a Netanyahu como primer ministro, a pesar de sus acusaciones por corrupción; ahora, desde un grupo de ultraortodoxos buscan insistir en la instauración de una ley que, incluso, llegue a dar cárcel a quienes compartan información o traten de “convertir” a otros credos a sus pobladores.
El proyecto de ley fue presentado por Yaakov Asher y Moshe Gafni, diputados del Knesset, pertenecientes al partido Judaísmo Unido, según confirmó el medio local The Jerusalem Post, indicando que, muy a pesar de los intentos de los congresistas, el documento no tenía garantías de su aprobación ante el gobierno actual.
La ley presentada indica que, cualquier individuo “que persuada a una persona, directamente, digitalmente, por correo directo o en línea, a convertirse a su religión, su sentencia es de un año de prisión, y si la persona era menor de edad, su sentencia es de dos años de prisión.”, según recoge el medio cristiano CBN News.
Claramente, luego del anuncio de la ley, millones de cristianos a nivel mundial levantaron la voz para advertir de las consecuencias que podría traer esta normativa a la libertad de credo, al mismo tiempo que desde el Knesset también evidenciaron que no estaban de acuerdo con el proyecto y que tendría muy poco chance de ser aprobado.
“Estamos agradecidos por la seguridad que nos dio el primer ministro Netanyahu de que la ley antiproselitismo propuesta no seguirá adelante y le agradecemos por responder rápidamente a nuestras preocupaciones. El primer ministro ha hecho mucho a lo largo de su larga carrera política para fortalecer y mantener la relación de Israel con los cristianos de todo el mundo, y le correspondemos calurosamente su aceptación de nuestra comunidad”, fueron las declaraciones del presidente de la Embajada Cristiana Internacional en Jerusalén, Juergan Buehler, tras evidenciar su preocupación, según recoge el medio local Times of Israel.
Por su parte, Netanyahu aprovechó sus redes sociales para enviar otro mensaje directo a los cristianos alrededor del mundo. “No adelantaremos ninguna ley contra la comunidad cristiana.”, afirmó.
La ley de recusación
El Tribunal Supremo ha pedido a la fiscal general de Israel, Gali Baharav-Miara, y al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se pronuncien sobre la recién aprobada ley para impedir la recusación de ‘Bibi’ después de que una organización civil presentase ante la corte un escrito en el que aseguraba que estaba incapacitado para ocupar su puesto por los casos judiciales abiertos en su contra por supuesta corrupción.
La Knesset, o Parlamento israelí, aprobó este mismo jueves una controvertida ley para modificar las condiciones de recusación del cargo de primer ministro en respuesta, precisamente, a la petición de la citada organización civil ante el Supremo.
Pese a ello, el máximo tribunal israelí no ha emitido ninguna orden provisional para congelar la implementación de la recién aprobada ley, por lo que podría entrar en vigor de inmediato y proteger así a Netanyahu de las peticiones de la corte, según ha informado el diario The Times of Israel.
La enmienda propuesta a la Ley Básica, que es la que fija los términos de la recusación, eliminaría la facultad de la Justicia israelí para dictaminar decisiones sobre la suspensión de un primer ministro y facultaría al Gobierno para hacerlo con un voto mayoritario de tres cuartas partes.
Esto se produce en el marco de la polémica reforma judicial impulsada por Netanyahu, que ha provocado fricciones internas dentro del gobierno de coalición, del que forman parte varios partidos ultraderechistas y ultraortodoxos.
De hecho, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, instó al primer ministro a detener la legislación, ya que su aplicación de forma “unilateral” dañaría al Ejército, así como a los lazos que Israel tiene con Estados Unidos. Netanyahu ha convocado a Gallant a una reunión en su oficina por sus declaraciones públicas en contra de la reforma.
Según informó a principios de semana The Jerusalem Post, Gallant, que durante un foro explicó que la reforma propuesta está generando rechazo entre los militares, estaría dispuesto a dimitir si Netanyahu no cede ante sus demandas.
*Con información de Europa Press.