Los expertos en salud británicos expresaron este sábado su sorpresa por los comentarios formulados por el primer ministro Boris Johnson, al dar a entender que la cepa del coronavirus descubierta por primera vez en Reino Unido podría ser más letal, una afirmación que arroja muchas dudas al respecto, a su entender.

En este sentido, la directora de la Sanidad Pública Británica, Yvonne Doyle, explicó a la BBC que todavía “no está absolutamente claro” que esa variante sea más letal. “Hay alguna evidencia”, reconoció, “pero es una evidencia muy temprana. Todavía es demasiado pronto como para asegurar nada”.

Un miembro del panel de expertos del gobierno británico (SAGE), Mike Tildesley, coincidió en la valoración de su colega y confesó a la BBC que el anuncio de Johnson le había “sorprendido”.

“Me habría gustado esperar una semana o dos más, y supervisar un poco más la situación antes de sacar conclusiones realmente sólidas al respecto”, añadió.

Tildesley reconoció que era cierto que el número de muertes había aumentado ligeramente, de 10 a aproximadamente 13 por cada 1.000 pacientes, tal y como avisó el primer ministro. No obstante, el experto matizó también que esa estimación se basa “en una cantidad relativamente pequeña de datos”.

Existe consenso en que la cepa es más contagiosa, pero hasta ahora no había habido ninguna sugerencia por parte de los altos responsables de la operación de contención del coronavirus de que podría ser más letal.

El primer ministro británico, Boris Johnson, hizo el anuncio a través de una conferencia virtual.

Otros expertos defendieron la decisión del primer ministro, como el principal asesor científico, Peter Horby. “Si la información no se hubiera divulgado, el Gobierno podría haber sido acusado de encubrirla”, en su opinión.

“Sin embargo, la noticia debe ponerse en perspectiva”, agregó. Aunque hay indicios de que la cepa es marginalmente más letal, Horby indicó que el riesgo de muerte aún era “muy, muy pequeño” para la mayoría de las personas.

Reino Unido vuelve a rondar los 1.350 decesos

El Ministerio de Sanidad británico actualizó este sábado el balance de la pandemia de covid-19 con alrededor de 33.500 casos de coronavirus adicionales y 1.350 fallecimientos más derivados de esta enfermedad, asociada al virus SARS-CoV-2, en lo que supone un marcado descenso de los casos desde la víspera (unos 40.000 el viernes), pero estabilidad en lo que a decesos se refiere, frente a los 1.400 del balance anterior.

La nueva variante se detectó por primera vez en septiembre, en el condado de Kent.

En concreto, las autoridades sanitarias tienen registrados 3.617.459 positivos, 33.552 más que el viernes, mientras que la cifra de víctimas mortales aumentó con 1.348 fallecidos más, hasta un total de 97.329 desde el inicio de la pandemia. Unos 37.899 enfermos están ingresados en hospitales, 4.079 de ellos conectados a un respirador.

Reino Unido ha endurecido sus medidas en las últimas semanas ante el aumento exponencial de los contagios, que ha elevado la cifra de casos y la de ingresados a niveles sin precedentes. Sin embargo, ya se estarían notando los efectos del confinamiento y la tasa de reproducción del virus oscila entre el 0,8 y el 1, según los asesores del Ejecutivo de Boris Johnson.

Las autoridades de los distintos territorios británicos admitieron, sin embargo, que no prevén la vuelta a una mínima normalidad a corto plazo. Este viernes, el responsable de Sanidad de Irlanda del Norte, Robin Swann, reconoció que es “irreal” plantear que todas las medidas puedan levantarse el 5 de marzo, fecha hasta la que teóricamente están en vigor, informa la BBC.