El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, afirmó el miércoles que no ve “ninguna diferencia” entre el dictador alemán de la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que no tardó en replicar, en una escalada verbal por la guerra en Gaza después del ataque terrorista de Hamás contra su población el pasado 7 de octubre, en el que miles de judíos perdieron la vida y cientos fueron secuestrados.
“No hay ninguna diferencia entre Netanyahu y Hitler”, declaró Erdoğan en una ceremonia oficial en Ankara, la capital de Turquía. Netanyahu “es más rico que Hitler” y “obtiene todo tipo de apoyo de los países occidentales y de Estados Unidos”, agregó el mandatario turco, quien ha sido duramente crítico contra la respuesta que Israel contra Hamás y los palestinos que viven en Gaza.
Erdoğan aumentó las críticas contra Israel por la devastación causada en Gaza con la ofensiva ordenada por Netanyahu contra Hamás en respuesta a la letal incursión de milicianos islamistas del 7 de octubre en el sur del país. Llegó a definir a Israel como un “Estado terrorista”, a Netanyahu como “el carnicero de Gaza” y al movimiento islamista Hamás, en el poder en ese territorio palestino, como un “grupo de liberación”.
La respuesta de Netanyahu contra el mandatario turco no se hizo esperar. “Erdoğan, que comete un genocidio contra los kurdos y ostenta el récord mundial de encarcelamientos de periodistas que se oponen a su régimen, es la última persona que puede darnos lecciones de moral”, afirmó en un comunicado el israelí, quien aseguró que su país “combate para eliminar a la organización terrorista más aborrecible y brutal del mundo”, culpable de “crímenes contra la Humanidad”, agregó.
Los autores del ataque del 7 de octubre mataron a unas 1.140 personas, en su gran mayoría civiles, según un balance establecido por la AFP a partir de datos israelíes, y secuestraron a unos 250 ciudadanos, los cuales han sido liberados en las últimas semanas. En Gaza, al menos 21.100 personas, en su mayoría mujeres y niños, perdieron la vida en los bombardeos y operaciones terrestres israelíes, según los datos publicados por el Ministerio de Salud de Hamás.
Hamás niega participación de Irán
El movimiento islamista palestino Hamás desmintió el miércoles afirmaciones del ejército ideológico del régimen iraní, según las cuales su ataque contra Israel el 7 de octubre fue en respuesta al asesinato de un general iraní en un ataque estadounidense en 2020.
En una rueda de prensa celebrada en Teherán, el portavoz de los Guardianes de la Revolución, Ramezan Sharif, afirmó que el sangriento ataque de Hamás fue “una de las operaciones llevadas a cabo para vengar el asesinato del general (Qasem) Soleimani por parte de los estadounidenses y con el apoyo de los sionistas”.
Soleimani, entonces jefe de una unidad élite de los Guardianes de la Revolución, murió en una incursión estadounidense en Irak el 3 de enero de 2020. Pero, en un comunicado que marca un inhabitual distanciamiento con Teherán, Hamás “negó la veracidad de las declaraciones del portavoz de los Guardianes de la Revolución islámica, el general Ramezan Sharif, sobre la operación (...) y sus motivos”.
“Ya hemos explicado en varias ocasiones los motivos y razones de la operación (...) subrayando en particular las amenazas que pesan sobre la mezquita de Al-Aqsa”, agregó Hamás. Al-Aqsa se alza en la explanada de las mezquitas, que también alberga la cúpula de la roca, en el sector palestino ocupado de la ciudad vieja de Jerusalén.
El creciente número de visitas por parte de fieles judíos, que también consideran este lugar como sagrado, es percibido como una “provocación” por los palestinos y da lugar a frecuentes enfrentamientos.
Irán fue uno de los primeros países en celebrar la “orgullosa operación” de Hamás, al que el Gobierno de Teherán defiende abiertamente desde hace muchos años, aunque sus relaciones hayan tenido altibajos. A pesar de su apoyo público, Irán negó el 9 de octubre haber desempeñado un papel activo en la ofensiva de Hamás.
“Irán no interviene en la toma de decisiones de otras naciones, incluida Palestina”, declaró entonces el portavoz diplomático Naser Kanani. Y consideró que “las acusaciones relacionadas con el papel de Irán” se “fundan en motivos políticos”.