La directora de Unicef condenó el miércoles la “violencia sexual” cometida contra mujeres israelíes el 7 de octubre, unas declaraciones que Israel consideró tardías e insuficientes, ya que, según el Gobierno, no menciona a los autores: los combatientes de Hamás.
La polémica sobre las acusaciones de violación y violencia sexual contra mujeres, jóvenes y niñas cobró fuerza en los últimos días. El presidente estadounidense, Joe Biden, instó el martes a “condenar inequívocamente” la violencia sexual cometida por Hamás el 7 de octubre.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó el martes que las rehenes israelíes liberadas desde entonces reportaron “casos de abusos sexuales y de violaciones brutales”. “Los relatos de violencia sexual del 7 de octubre en Israel son horribles”, escribió el martes en la red social X la directora de Unicef, Catherine Russelll.
“Las supervivientes deben ser escuchadas, apoyadas y atendidas. Las denuncias deben investigarse a fondo. Condenamos la violencia de género y todas las formas de violencia contra mujeres y niñas”, añadió.
El portavoz de la cancillería israelí, Lior Haiat, lamentó que “Unicef haya tardado casi dos meses en hablar de las víctimas israelíes” y que Russell no mencione a Hamás en su mensaje. “Es otra manera de cerrar los ojos ante las atrocidades cometidas por Hamás (...). Al no mencionar a Hamás, legitima sus actividades”, indicó.
El ataque del movimiento islamista palestino el 7 de octubre fue el peor en la historia de Israel, con unos 1.200 muertos, la mayoría civiles, según las autoridades israelíes. Otras 240 personas fueron secuestradas por los combatientes islamistas y 138 seguirían retenidas en Gaza.
En represalia, el Ejército israelí bombardea sin descanso la Franja de Gaza, dejando hasta ahora 16.248 muertos, según el ministerio de Sanidad de Hamás.
Salvajes y misóginos
Cuando Thomas Hand se enteró de que Emily, su pequeña hija de 8 años, estaba muerta, solo atinó a decir: “Es una bendición”. Durante días, este papá adolorido pensó que su pequeña estaba viviendo lo indecible. Hamás, los “animales humanos” más salvajes que se han visto en los últimos años, como los describió el primer ministro Benjamin Netanyahu, han perpetrado sobre las israelíes los más horribles vejámenes.
Las han asesinado a tiros, sin piedad, perseguido como presas de caza, incendiado sus cuerpos, violado, golpeado, secuestrado. Como si fuera poco, esas atrocidades las grabaron y se las han enviado desde sus mismos celulares a las familias.
“Encontramos a Emily, está muerta”, recuerda Hand que le dijeron sin rodeos. Él de inmediato contestó: “Sí”, y sonrió. Para el hombre, en este punto, ya era la mejor noticia entre las terribles posibilidades que esperaba. El odio de Hamás por las mujeres israelíes no tiene nombre.
Los terroristas llegaron a una fiesta electrónica al aire libre disparando indiscriminadamente, mataron a 250 jóvenes que estaban festejando, pero guardaron sus balas frente a algunas de las mujeres más bellas. A esas jóvenes las raptaron frente a sus amigos y novios, que gritaban desesperados.
El video de una de ellas, Noa Argamani, colapsada por el miedo, le dio la vuelta al mundo. La joven de 26 años gritaba desconsolada: “No me maten, por favor”. Su papá se quebró en llanto en una entrevista en televisión. “Toda mi vida, desde que nació, he tratado de protegerla y abrazarla, apoyarla y amarla. Ojalá pudiera al menos decirle algo en este momento difícil”, decía Yakov Argamani, implorando ayuda para recuperar a su hija.
El caso de una alemana de 20 años también estremece al mundo. Se llama Shani Louk y aparece en uno de los videos del grupo terrorista tendida en la parte trasera de una camioneta de Hamás, inconsciente, ensangrentada y pisoteada. La joven fue desprovista de ropa. Hace unas semanas se confirmó que estaba muerta. Hamás también asesinó a una joven sevillana, Maya Villalobo.
“Con mucho dolor y amor estamos despidiendo a nuestra querida Maya. Ella siempre estará en nuestra memoria como una niña alegre y llena de amor, una adolescente deseosa de conocer el mundo, una joven mujer enamorada de España y muy cariñosa con sus padres”, escribió su familia al confirmar su deceso.
En muchos casos fue claro que los terroristas iban por ellas. Yoni Asher, por ejemplo, vio como Hamás llegó a su casa y se llevó a su esposa, su suegra y sus dos pequeñas hijas, de 3 y 5 años. No sabe nada de ellas, pero se cree que son rehenes en Gaza.
Otros videos muestran a los terroristas correteando a las mujeres hasta que las ejecutan en la calle a plena luz del día. “No es un campo de batalla. Es una masacre”, concluyó el general Itai Veruv a la salida de uno de los kibutz. Al igual que Isis, los terroristas de Hamás sienten un especial desprecio por las mujeres y un gozo perverso por su sufrimiento.
*Con información de AFP.