Esta semana se puso en marcha el juicio contra una exoficial de la policía en Estados Unidos acusada de asesinar a un hombre el pasado 11 de abril del presente año en Brooklyn Center, cerca de Minneapolis, luego de que el sujeto fuera detenido en la vía pública porque la agente detectó un olor a marihuana en su vehículo.
Se trata de la exoficial Kimberly Potter, quien aseguró ante el juez que durante la detención del hombre, identificado como Daunte Wright de 20 años de edad, los agentes se dieron cuenta que tenía una orden pendiente con la justicia. En ese momento se presentó un forcejeo porque el joven de origen afroamericano intentó huir para evitar el arresto.
Según su relato, ante la inminente huida del joven, ella desenfundó su arma y le disparó para inmovilizarlo. Sin embargo, el disparo de la exoficial Potter le causó la muerte al joven. Ella aseguró que en ese momento se confundió de arma y pensó que había usado un ‘taser’, un arma de electrochoque que suelen usar los agentes policiales para inmovilizar temporalmente a una persona durante algún procedimiento de captura o detención.
Las armas ‘taser’, usadas con proporcionalidad, no son elementos letales, pero en el caso de la agente Potter el disparo salió de su arma de fuego de dotación. Según el medio estadounidense CNN, en la cámara corporal de la exoficial quedó registrada la grabación del momento en que se le escucha decir: “Acabo de dispararle, agarré la maldita pistola equivocada. Le disparé”.
Por esa razón, el abogado defensor de Kimberly Potter ha argumentado ante el juez que no se trató de un asesinato, sino de una muerte accidental generada por la confusión de la agente al momento de usar su arma.
Las autoridades han manifestado que los videos grabados por las cámaras corporales de los agentes policiales en el momento de la muerte de Daunte Wright serán fundamentales durante el juicio para determinar la responsabilidad de la exoficial. Potter, de 49 años de edad, se declaró inocente de los cargos de homicidio involuntario en primer y segundo grado. En caso de ser declarada culpable, la exoficial podría enfrentar una pena de hasta 10 años de cárcel.
Otro caso de abuso policial en Estados Unidos
Ryan Remington, un policía de Tucson, Arizona, se encuentra en el ojo del huracán luego de que se diera a conocer un video en el que le dispara nueve veces a un hombre en una silla de ruedas que estaría cometiendo un hurto en un supermercado.
La víctima era un adulto mayor que era sospechoso de haber robado una caja de herramientas de un establecimiento comercial mientras se movilizaba en una silla de ruedas motorizada. Según explicó el oficial, el hombre al parecer se negó a detenerse por lo que el policía “no tuvo más alternativa” que dispararle, informó CNN.
El video del hecho fue difundido por el jefe de Policía de Tucson, Chris Magnus, quien informó que se abrió una investigación sobre este caso. Además, según explicaron las autoridades estadounidenses, Remington no se encontraba en horario de servicio cuando disparó contra su víctima sino que se encontraba trabajando como guarda de seguridad en el establecimiento comercial.
El jefe de policía Magnus se mostró bastante consternado por el hecho. “Su uso mortal de la fuerza en este incidente es una clara violación del Departamento de Policía y contradice directamente múltiples aspectos de nuestro entrenamiento”, comentó en una rueda de prensa.
Por el momento, el oficial está retirado de su cargo temporalmente y su abogado explicó que él “no tuvo otra alternativa” que dispararle al ladrón con su arma de fuego, a pesar de que el agente también portaba una pistola eléctrica.