Una bebé de siete meses fue asesinada en el sector de El Priorato en la capital de Ecuador, Quito, por parte de dos sicarios en una persecución en medio de un intento de acabar con la vida de la madre de la menor de edad. Posteriormente, se capturó al padre de la víctima, siendo sindicado como autor intelectual del crimen.
Según las autoridades, el padre, un policía en servicio activo, fue el que ordenó el asesinato de la madre y en medio del intento de matarla terminó en la muerte de la bebé. El informe cuenta que en medio de un forcejeo con los sicarios, dispararon contra la progenitora, pero la bala impactó en el hombro izquierdo de la recién nacida y salió por el hombro derecho.
Los perpetradores del asesinato también hirieron a la madre, que finalmente sobrevivió. Mientras estaba tirada en el piso junto a la bebé, dijo que el padre la había mandado a matar y reveló que era un policía activo. La madre fue llevada al hospital, al igual que la menor, pero esta terminó muriendo a los pocos minutos de llegar al centro médico.
Durante el relato de los hechos, la mujer de 24 años contó que el padre de la bebé la llamó a su teléfono celular para que saliera de su casa para supuestamente reunirse con ella. Cuando esta fue a la calle, los hombres en moto llegaron para cometer el crimen que terminó con la muerte de la bebé.
La policía ecuatoriana emprendió la búsqueda de los criminales que pudieron ser identificados por la vestimenta que llevaban, todo gracias a los fotos y testimonios de la ciudadanía que permitieron llegar a los sicarios que estaban escondidos en la maleza de una laguna de Yaguarcocha, que tiene 12.000 años de existencia y que hace parte de un área protegida.
Cuando fueron capturados, la indignación de la ciudadanía fue tal que se intentó hacer justicia por mano propia y agredir a los criminales, por lo que las mismas autoridades tuvieron que resguardarlos. La policía encontró dos armas que portaban los sicarios, una pistola 9 mm y un revólver, que posteriormente se supo que fueron suministradas por el padre de la víctima.
A las horas, la policía en una unidad motorizada capturó al autor intelectual, que como se informó, también era un agente de la policía activo que intentaba huir de su residencia en un taxi. Según los informes, el hombre habría contratado a los sicarios para asesinar a la madre con la que tenía una disputa legal por los pagos pendientes de la pensión alimenticia de la menor.
“Debe caer todo el peso de la ley. La Policía Nacional actuará con absoluta transparencia y firmeza. Porque no podemos permitir que este tipo de elementos manche a una Institución”, dijo en una conferencia de prensa el director nacional de Operaciones de la Policía Nacional, Fausto Salinas.
Así mismo, se reveló que el policía sindicado del crimen llevaba alrededor de tres años activo en las fuerza pública y que los perpetradores del homicidio, de nacionalidad ecuatoriana, tenían varios antecedentes en su contra por los delitos de sicariato, robo e incumplimiento de cuotas de alimentación y, tanto ellos como el autor intelectual, podrían pagar una pena de prisión entre 22 y 26 años.
En medio de la indignación ciudadana, la población decidió hacer un plantón sobre la vía Panamericana que conecta a Ecuador con Colombia para pedir justicia y una condena acorde a la gravedad del caso del asesinato, pidiendo que se tenga en cuenta la premeditación del padre y que la víctima fue una bebé de menos de un año de nacida.