El poliovirus salvaje, más conocido con el nombre de "polio", fue declarado oficialmente erradicado del continente africano por la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras cuatro años consecutivos sin casos declarados y esfuerzos masivos de vacunación de los niños. La OMS hizo el anuncio cuatro años después de la aparición de los últimos casos en el noreste de Nigeria, una región devastada por un conflicto contra los yihadistas de Boko Haram. "Es un momento histórico para África", declaró la directora para África de la OMS, Matshidiso Moeti. "Gracias a los esfuerzos desplegados por los gobiernos, el personal sanitario y las comunidades, se salvaron más de 1,8 millones de niños”, declaró la OMS en un comunicado publicado antes del anuncio oficial.
El anuncio oficial por videoconferencia reunió al director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus; su directora regional para África, Matshidiso Moeti, y a los multimillonarios filántropos Aliko Dangote de Nigeria y al estadounidense Bill Gates, entre otros. Provocada por el poliovirus salvaje (PVS), la poliomielitis es una enfermedad infecciosa aguda y contagiosa que afecta principalmente a los niños, que ataca la médula espinal y que es capaz de provocar una parálisis irreversible. Era endémica en todo el mundo hasta que se descubrió una vacuna en los años 1950. Los países más ricos tuvieron acceso a ella rápidamente, pero Asia y África siguieron siendo durante mucho tiempo focos infecciosos. En 1988, la OMS contabilizaba 350.000 casos alrededor del mundo. Ocho años después, las cuentas superaban los 70.000 solo en el continente africano. Rusia rechaza acusaciones por el presunto envenenamiento de Alexei Navalny
Sin embargo, gracias a una acción mancomunada y a importantes esfuerzos financieros, solo dos países del mundo presentan hoy contagios de poliovirus salvaje: Afganistán, con 29 casos en 2020, y Pakistán, con 58 casos. Hasta hace poco, Nigeria, un país de 200 millones de habitantes, figuraba también en esa lista. Para inicios de la década del 2000, era un epicentro de la enfermedad. La inestabilidad social y política en varias de sus regiones habían dificultado las campañas de vacunación. Especialmente, el conflicto con Boko Haram, el grupo extremista islámico, que actúa en el norte del país. Entonces, la erradicación de la enfermedad solo fue posible por la persistencia de organizaciones internacionales y gobiernos nacionales y locales con el apoyo de las comunidades.