El Gobierno de Polonia anunció este martes que entregará todos sus aviones MiG-29 a Estados Unidos, para que luego los transfiera a Ucrania, que enfrenta desde hace casi dos semanas la invasión de tropas de Rusia.
La decisión se adoptó dos días después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, anunciara que ese país estaba “trabajando activamente” en un acuerdo con Polonia para enviar a Ucrania aviones de guerra.
“No puedo hablar de plazos, pero sí puedo decir que trabajamos en ello de forma muy, muy activa”, dijo en ese momento el funcionario norteamericano durante un visita a Moldavia.
Igualmente, señaló que su Gobierno mantiene “conversaciones muy activas con responsables ucranianos (...) para conocer la última hora de sus necesidades”.
“Al obtener esa información, vemos lo que nosotros y nuestros aliados pueden entregar” para dar apoyo a las defensas de Ucrania frente a la invasión rusa, agregó.
Igualmente, aseguró que “veremos de qué forma podemos compensar a Polonia”.
Según varios medios estadounidenses, el acuerdo entre Estados Unidos y Polonia para que Varsovia entregue a Ucrania aviones de guerra de la época soviética se da a cambio de recibir aviones caza estadounidenses F-16.
Analistas habían advertido sobre posibles factores que podrían impedir la entrega de esas aeronaves a EE. UU. para ser enviadas a Ucrania: no debilitar su propia flota de cazas con una guerra cerca de sus fronteras, y el temor a ser considerados beligerantes por Rusia. Sin embargo, ya acordó ese procedimiento que permitirá a Ucrania aumentar su capacidad defensiva ante la invasión rusa.
Este anuncio se conoce en medio de la posibilidad de que otros países autoricen el suministro de aviones de guerra a Ucrania para enfrentar la invasión rusa, tema que, en todo caso, no está exento de un profundo análisis por los diferentes gobiernos, ante las complejidades que tiene una decisión de esa naturaleza.
La opción sin precedentes de suministrar urgentemente aviones de caza a los ucranianos para ayudarlos a defender su espacio aéreo contra los rusos, una posibilidad planteada por varios responsables occidentales, es muy difícil de llevar a cabo.
¿Qué aviones?
Ucrania ha exhortado a los países occidentales a suministrarle asistencia militar, como aviones, para defenderse contra la invasión rusa.
“Somos humanos y es su deber humanitario protegernos”, indicó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. “Si ustedes no nos suministran al menos aviones para que podamos protegernos, solo sacamos una conclusión: ¡ustedes quieren también que nos maten lentamente!”.
La flota militar ucraniana está exclusivamente compuesta por viejos aviones de caza soviéticos de tipo Mig-29 y Sukhoi-27 (defensa antiaérea y apoyo en tierra), así como de cazabombarderos Sukhoi-25, según el “Balance militar” del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS). Estos aparatos son los únicos que los pilotos ucranianos podrían manejar sin formación previa.
En cualquier caso, serían solo los ucranianos los que los pilotarían, para que terceros países no fueran acusados de participar en el conflicto.
Emmanuel Macron, cuyo país asume en la actualidad la presidencia de la Unión Europea (UE), declaró que es necesario “parar esta guerra sin convertirnos en beligerantes”. En la misma lógica, la Otan rechaza instalar una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, pese a las demandas del Gobierno ucraniano.
¿Qué países europeos?
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borell, mencionó el suministro de aviones de caza de fabricación soviética de parte de países miembros que los poseen.
Según el informe del IISS, solo algunos países de Europa del Este, exmiembros del Pacto de Varsovia, disponen oficialmente en su flota de Mig-29 soviéticos, cuyas capacidades antiaéreas son las que se acomodan a las necesidades ucranianas para combatir los cazas rusos: Eslovaquia (14), Bulgaria (11) y Polonia (28), que recibió esta flota de Alemania por un euro simbólico a inicios de los años 2000.
Interrogado el pasado domingo sobre un posible envío de aviones caza desde la UE hacia Ucrania, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, recomendó por su parte la “discreción” en este caso.
“Pienso que es oportuno, en la situación en que estamos, que cada país haga prueba de discreción sobre los materiales suministrados a Ucrania”, subrayó.
“Para entregar un avión, hay que hacerlo volar en el país en cuestión, lo que podría ser interpretado como una participación activa en el conflicto” de parte de un país de la Otan, señaló un piloto de avión de caza francés que pidió el anonimato. “Se puede también trasladar por carretera, pero eso sería un difícil desafío logístico, y con mayor razón debido a que muchos puentes han sido destruidos” en Ucrania.
Otra incertidumbre: el estado actual de las bases aéreas militares ucranianas que reciben por lo regular a los Mig-29, y la capacidad de las fuerzas ucranianas para mantenerlos en un entorno tan degradado.
Bombardeos rusos destruyeron, hace dos días un aeródromo de las fuerzas ucranianas, en Vinnytsia, a unos 200 kilómetros al suroeste de Kiev.
*Con información de AFP.
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