El astronauta estadounidense Neil Armstrong es recordado como el primer ser humano en pisar la Luna, en la misión Apolo 11 (1969). Dentro de las reliquias que recolectó durante el alunizaje, y que aún es conservada por la Nasa, figuran partículas de polvo del único satélite natural de la Tierra.
Según estimaciones de Bonhams, la empresa de subastas a cargo de la venta, el valor económico de la muestra de polvo lunar se ubica entre 800.000 y 1,2 millones de dólares.
El material en subasta es la única muestra conocida de polvo lunar recolectado en la misión Apolo 11 que se puede vender legalmente. Este detalle dificulta que la casa de subastas calcule un valor preciso para la pieza, según indicó el especialista de Bonhams, Adam Stackhouse, a CNN.
Precisamente, con el objetivo de determinar el rango de precios, Stackhouse analizó las otras muestras de polvo lunar que se han vendido en el pasado, así como la importancia histórica de la misión Apolo 11, en la que se hizo su recolección. “Creo que esta estimación le da un sentido de importancia (...), pero es realmente difícil decir dónde se venderá”, anotó el especialista al medio citado.
En su perfil de Twitter, Bonhams publicó: “Estamos muy orgullosos de vender el polvo lunar de Neil Armstrong en una subasta en Nueva York, el 13 de abril”.
El polvo lunar recolectado por Armstrong tuvo un largo camino, incluso cuando ya estaba en la Tierra. Después de un préstamo a un museo, la Nasa perdió la bolsa que contenía las partículas. Posteriormente, se convirtió en parte de la propiedad incautada cuando el director de un museo espacial fue condenado por fraude y robo.
Finalmente, el polvo lunar fue subastado por el Servicio de Marshalls de Estados Unidos a Nancy Lee Carlson, residente de Illinois, en 2015, quien adquirió el material por 995 dólares. Al desconocer la procedencia del mismo, envió la bolsa a la Nasa para que la analizara, sin embargo, una vez la agencia gubernamental se dio cuenta de que se trataba del polvo lunar, se negó a devolverla, según comentó la mujer.
A raíz de lo sucedido, Carlson demandó a la Nasa y ganó, obligando a los funcionarios de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio a devolver la bolsa. En 2017, la casa de subastas Sotheby’s vendió la bolsa por separado por en 1,8 millones de dólares.
Ahora, Nancy Lee Carlson busca vender cinco piezas de metal con polvo lunar encima que aún están en un contenedor de la Nasa, según detalló Adam Stackhouse. Por su parte, la empresa de subastas Bonhams analizó el material de manera independiente para confirmar que efectivamente procedía de la Luna.
Tsunami solar: la tormenta geomagnética que llegó a la tierra este 31 de marzo
Los fenómenos espaciales que se dan en diferentes momentos del tiempo. Siempre llaman la atención de los humanos, pues es fascinante ver lo que ocurre fuera del planeta y seguir, aunque desde muy lejos, cómo se mueven los planetas y las estrellas en el universo.
La misión SDO (Solar Dynamics Observatory) de la Nasa, que observa constantemente el Sol, capturó una imagen del evento: una llamarada solar que se ve en el destello brillante.
La fotografía muestra un subconjunto de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente en las llamaradas y que está coloreado en amarillo, informó la Nasa.
Las llamaradas solares son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
La clase X denota los destellos más intensos, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza. Un X2 es el doble de intenso que un X1, un X3 es tres veces más intenso, etc.