Un niño paquistaní de 8 años fue acusado de un delito de blasfemia, castigado con la pena de muerte, por orinar presuntamente en la biblioteca de una escuela musulmana, en un caso que ha derivado en la ira de parte de la población local y en la preocupación de organizaciones internacionales en defensa de los Derechos Humanos.

Los hechos habrían sucedido en una escuela religiosa de la localidad de Bhong, en la provincia de Punyab. El niño, hindú, habría orinado en una sala donde se conservan textos religiosos, lo que fue considerado por las autoridades locales un delito de blasfemia, contemplado en el Código Penal paquistaní e “impreciso” a ojos de Amnistía Internacional.

Los hechos habrían sucedido en la localidad de Bhong, en la provincia de Punyab. El niño, hindú, habría orinado en una sala donde se conservan textos religiosos, lo que fue considerado por las autoridades locales un delito de blasfemia, contemplado en el Código Penal paquistaní e “impreciso” a ojos de Amnistía Internacional. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

Tras la puesta en libertad del menor, cientos de personas asaltaron un templo hindú el miércoles de la semana pasada. Alrededor de medio centenar de personas fueron detenidas, según fuentes policiales citadas por la agencia de noticias DPA, mientras que el Consejo de la Ideología Islámica sacó este lunes un comunicado para condenar el ataque, apunta el periódico ‘Dawn’.

El responsable de campañas de Amnistía para Asia Meridional, Rimmel Mohydin, denunció “abusos” sobre minorías en Pakistán utilizando las leyes sobre blasfemia. La población hindú es la minoría religiosa más numerosa del país y ronda entre el 2 y el 3 por ciento del total.

Mohydin considera que este caso “supone una desviación de la ley escandalosa y extrema” y a llamado a revertir los “cargos absurdos” presentados sobre el menor. Además, ha pedido protección tanto para el niño y su familia como para el conjunto de la comunidad hindú, de tal forma que los partícipes de la reciente “violencia colectiva” rindan cuentas ante la Justicia.

En ese sentido, el representante de esa organización agregó: “La semana en que se conmemora el Día de las Minorías Nacionales en Pakistán, pedimos a las autoridades que anulen con carácter urgente esta perniciosa legislación. Las minorías son objeto de ataques continuos en el país; pocos casos pueden ilustrar la persecución que sufren mejor que éste, donde se acusa a un niño de ocho años de un delito que conlleva le pena de muerte preceptiva”.

Según Amnistía, al citar informes, aseveró que el niño está actualmente bajo custodia de protección tras quedar en libertad bajo fianza la semana pasada, y su familia ha tenido que esconderse. Tras su liberación, un templo hindú local fue atacado por una muchedumbre, lo que llevó a miembros de la comunidad hindú a huir de sus casas. “De momento, 20 personas han sido detenidas en relación con los ataques y la Asamblea Nacional ha aprobado por unanimidad una resolución de condena del ataque al templo. Esto debe dar lugar a una rendición de cuentas significativa y la adopción de medidas sustantivas”, se lee en el comunicado de la organización.

Finalmente concluye: “Las leyes sobre blasfemia de Pakistán son imprecisas, generales y coercitivas, dan pie a abusos e incumplen la obligación jurídica internacional contraída por Pakistán de respetar y proteger los derechos humanos, entre ellos la libertad de religión o credo y la libertad de opinión y expresión”.

Con información de Europa Press.