Japón, que sufrió una bomba atómica en la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces se ha convertido en un país pacífico, tuvo que tomar una decisión en temas militares que no se ha visto en muchos años.
El Gobierno de ese país aprobó el martes 13 de junio su estrategia de seguridad espacial de cara a los próximos diez años ante la creciente militarización de Rusia y China, en lo que implicará un mayor desarrollo de proyectos en materia de defensa.
En su documento ‘Concepto en la Seguridad en el Espacio’, el Gobierno japonés prevé ampliar el uso del espacio para garantizar la protección de la seguridad nacional del país asiático y crear condiciones para desarrollar en mayor medida la rama espacial de sus Fuerzas Armadas.
El nuevo objetivo japonés es el de unirse al Centro Combinado de Operaciones Especiales, encabezado por Estados Unidos e integrado también por Reino Unido, Canadá y Australia, según informaciones de la cadena de televisión NHK.
Así, las autoridades aseguraron que esto permitirá aumentar las posibilidades de Japón a la hora de supervisar posibles amenazas procedentes, especialmente, de satélites comerciales y militares de terceros países.
Está previsto que esto permita, además, recabar más información sobre satélites para lograr una mayor eficiencia a la hora de responder ante diversas amenazas, incluido un posible ataque, respetando siempre la Constitución nipona.
En este sentido, el primer ministro, Fumio Kishida, busca reforzar la interacción con Estados Unidos y otros países para “perfeccionar la capacidad de defensa de las fuerzas niponas a la hora de neutralizar sistemas de comunicaciones de posibles adversarios”.
El documento subraya que es importante reforzar la interacción entre el Ministerio de Defensa de Japón y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial y aumentar el apoyo a las compañías privadas que desarrollan proyectos espaciales para elevar su competitividad en el mundo y reducir gastos.
Esta “hoja de ruta” ha salido adelante a medida que Pekín continúa presionando para desarrollar sus propios proyectos en materia de desarrollo espacial, lo que ha generado críticas ante la posibilidad de que la rivalidad entre China y Estados Unidos se intensifique en este aspecto. Rusia, por su parte, también ha aumentado sus capacidades militares en relación con el espacio.
Sin embargo, el Gobierno también expresó sus desconfianza ante la “rápida expansión de las amenazas” de algunos países, como China, que han estado reforzando significativamente sus sistemas de recopilación de información en el espacio, así como desarrollando capacidades para atacar satélites.
Respecto a sus propias capacidades de contraataque, Japón ha prometido a su vez aumentar la velocidad de transmisión de información mediante la combinación de múltiples satélites pequeños y mejorar sus tecnologías de interpretación de datos visuales mediante el uso de inteligencia artificial.
China y Rusia con arsenales nucleares
Japón también prestó atención al último informe de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), el cual reveló que el arsenal nuclear de China pasó de 350 a 410 ojivas.
Pekín invirtió masivamente en su ejército a medida que creció su economía y su influencia, subrayó Dan Smith, director del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri). “Lo que vemos es que China se está convirtiendo en una potencia mundial”, agregó.
India, Pakistán y Corea del Norte también aumentaron sus existencias y Rusia lo hizo en menor medida, mientras las restantes potencias nucleares mantuvieron el tamaño de sus arsenales. Rusia y Estados Unidos tienen conjuntamente casi 90 % de todas las armas nucleares.
*Con información de Europa Press.