Evie Toombes, de 20 años, nacida en Lincolnshire, Inglaterra, cree que el posible responsable de la enfermedad que padece es el médico que trató a su madre durante su proceso de gestación, ya que no le recomendó consumir un medicamento esencial durante el embarazo, el ácido fólico, suplemento que para ella pudo haber evitado que naciese con espina bífida.

Según los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la espina bífida es una afección que afecta la columna vertebral y suele ser evidente en el momento del nacimiento. Esta puede aparecer en cualquier parte de la columna debido a que el tubo neural no se cierra por completo.

En este caso, parte de la columna vertebral que protege la médula espinal no se forma ni se cierra cómo debería, lo que ocasiona daños en la médula y en los nervios. La espina bífida puede provocar discapacidades físicas e intelectuales, que van de leves a graves y dependerán del tamaño y la locación de la abertura en la columna y si parte de la médula espinal y los nervios están afectados.

Según informó el medio británico The Telegraph, los huesos de Toombes nunca se desarrollaron adecuadamente a lo largo de la médula espinal, lo que le provocó una discapacidad permanente. Susan Rodway, abogada de la joven, le dijo al juez del Tribunal Superior del Reino Unido que Toombes estaba demandando al médico que atendió a su madre por “haber nacido en un estado dañado”. La joven espera recuperar los millones de dólares necesarios para cubrir los costos de vivir con su condición.

El Dr. Philips Mitchell negó cualquier responsabilidad y aseguró que le brindó a la madre de Evie los consejos pertinentes. El médico y su defensa argumentaron que aunque es una práctica común aconsejar a las posibles madres que consuman ácido fólico antes de la concepción y durante las primeras doce semanas del embarazo.

La madre de Evie, Caroline Toombes, debió mantener una dieta saludable que le permitiera obtener los niveles de ácido fólico requeridos por medio de los alimentos. La mujer le dijo al juez que en su visita al médico en 2001 le dijeron que consumir ácido fólico “no era necesario” y añadió: “Me dijeron que si tenía una buena dieta anteriormente, no tendría que tomar ácido fólico”.

La abogada de la joven aseguró que Caroline Toombes habría tenido un bebé “normal y saludable”, pero hubiera sido una “persona genéticamente diferente” a Evie Toombes. Pese a su movilidad reducida, Evie práctica equitación y espera competir en los Juegos Paralímpicos, pese a que en ocasiones debe estar conectada a equipos médicos las 24 horas del día. Debido a su condición la joven también padece de problemas intestinales y de vejiga. Hasta el momento se desconoce la fecha en la que se llevará a cabo el juicio.