Consternación ha despertado esta semana en Francia el caso de un joven de apenas 13 años de edad, identificado como Lucas, quien decidió quitarse la vida en medio de la que sería una gran presión social tras haberse reconocido homosexual.
En medio de la tristeza despertada tras confirmarse la noticia de su deceso, las autoridades judiciales de ese país han anunciado a su vez la apertura formal de una investigación que permita esclarecer las circunstancias en que se presentó dicha muerte, más aún, después de que la familia del joven hiciera pública una denuncia que da cuenta de constantes escenarios de acoso escolar en su contra.
A través de medios de comunicación locales,, en declaraciones recogidas a su vez por medios internacionales, el embajador francés para los derechos de las comunidades LGTBI+, Jean- Marc Berthon rechazó públicamente la muerte de este joven añadiendo que su deceso es injustificado y elevando un ingente llamado a la justicia de su país para que enfile los esfuerzos en esclarecer “las circunstancias homófobas de este drama”.
Sobre la muerte del menor, medios locales han precisado que el hecho tuvo lugar en una localidad del noreste de Francia conocida como Golbey, en circunstancias que fueron fechadas el pasado 7 de enero, cuando el menor decidió, por sus medios quitarse la vida.
Familiares de la víctima han señalado que pese a que la situación de acoso escolar de la que Lucas era objeto no era previamente conocida por la justicia de su país, el hecho sí era de pleno conocimiento de las autoridades escolares, razón por la que ahora estas deberán ser objeto de investigación para conocer si en efecto habían tomado cartas en el asunto para mitigar o frenar la situación.
De acuerdo con detalles entregados por la Fiscalía en el medio de la apertura de la investigación, el menor y su madre habían puesto en conocimiento de las autoridades escolares la serie de acciones de las que él era víctima desde el pasado mes de septiembre en virtud de su orientación sexual.
Por su parte, tras lo acaecido, las autoridades escolares también han presentado su postura frente a la muerte de Lucas, afirmando que las directivas del colegio Louis-Armand habían establecido una actividad ‘vigilante’ frente a los hechos discriminatorios orientada a que ésta no se siguiera reproduciendo.
En la misma senda, y como parte de las medidas tomadas en reacción a lo ocurrido, las autoridades han dispuesto la puesta en marcha de un programa de atención y acompañamiento psicológico para docentes y alumnos del colegio en el que estudiaba Lucas, advirtiendo que orientarán sus esfuerzos a la “lucha contra el acoso”.
Desde el alto gobierno de Francia también se conoció el pronunciamiento de Pap Ndiaye, actual ministro de Educación de ese país, quien advirtió que escenarios como la lamentable muerte de Lucas ponen de manifiesto la necesidad de luchar frontalmente contra el ‘acoso’.
“Ningún niño debe encontrar el suicidio como última salida”, afirmó el funcionario a través de su cuenta en la red social Twitter
Si bien los padres del menor se han manifestado dispuestos a entablar acciones legales en contra de la institución por presunta negligencia en la adopción de mecanismos de prevención del escenario ocurrido, según su defensa, de momento estos se quieren centrar en vivir el respectivo duelo, y en despedirse en paz de su hijo.
De acuerdo con medios locales, las honras fúnebres del menor están previstas para el próximo sábado, 14 de enero de 2023 en la ciudad de Épinal.
Como parte de un acto simbólico de protesta, y en apoyo a otros miembros de la comunidad LGBTIQ+, los padres de Lucas han solicitado a los asistentes que luzcan algunos símbolos en alusión a la lucha por la tolerancia de la diversidad sexual.
Ojo a la salud mental
De acuerdo con datos de la OMS, se calcula que anualmente en el mundo cerca de 800.000 personas se quitan la vida o intentan hacerlo, un reporte que muestra que, en su gran mayoría, estos casos se ubican en el grupo etario comprendido entre los 15 y 35 años.
Sobre la existencia de señales o factores de alerta que pueden encender las alarmas de las personas cercanas de los individuos con ideación suicida, expertos como la doctora Luisa Zúñiga, psicóloga del servicio de Bienestar de la Universidad Agraria, advierte que existe un largo listado de síntomas a los que los grupos de apoyo deberían estar atentos para poder prevenir o apoyar casos de suicidio.
Entre ese listado de factores refiere que se debe poner la lupa en casos donde existan antecedentes de autolesiones, así como en personas que en su conducta manifiestan verbalmente o por escrito sus deseos de muerte o desesperanza.
En ese mismo sentido, el aislamiento social y los cambios de comportamiento bruscos también pueden referir un factor de alarma, sumado a acciones como el desprendimiento repentino de objetos valiosos o preciados, y el interés repentino y creciente por la tenencia de armas o el acceso a medicamentos.
En la misma senda, otros expertos, como la psicóloga María Jesús Rosa Sánchez, también refiere otras actitudes que pueden representar una luz de alarma en el comportamiento de personas, sobre todo jóvenes, referidas a alteraciones en el sueño y la alimentación, períodos muy prolongados de tristeza e irritabilidad.
En ese sentido, las expertas también coinciden con que otro de los factores de alarma puede referirse a escenarios donde pacientes que deben consumir medicinas, ya sea por enfermedades o psicopatías diagnosticadas, buscan repentinamente suspender sus tratamientos.
Sobre las motivaciones que pueden llevar a esta clase de desenlaces, las expertas refieren que pueden estar relacionadas con un amplio abanico de factores, referidos a casos de pérdidas personales; problemas económicos; fallas en los sistemas de apoyo, conflictos laborales, familiares o de pareja; acoso o ciberacoso; vacíos existenciales; depresión en niveles patológicos; o hechos o situaciones bruscas que generen gran impacto como los casos de abusos sexuales. En ese sentido, estas situaciones también pueden estar derivadas de situaciones de abusos de consumo de sustancias que hagan perder el control de las personas.
Sobre el particular, Zúñiga advierte que muchas veces, sobre todo en casos de menores, e incluso en adultos, “estos signos no son perceptibles, pues los niños no expresan a sus padres sus emociones y sentimientos”, situación que en adultos también puede estar presente cuando las personas se callan estos mismos, y no buscan el apoyo en sus personas cercanas.
En ese sentido, la doctora Rosa advierte que es importante que se tenga en cuenta que “no se debe minimizar la emoción y el pensamiento que se tenga”, refiriendo que muchas veces se tiende a no dar la importancia requerida a las afectaciones emocionales y mentales, cuestionando actitudes como el “no pasa nada”, o el “te doy un abrazo y pasa”.
Por lo anterior, también añaden la importancia de que los padres o personas de apoyo puedan ser empáticos, y se propenda por fomentar los canales de comunicación, advirtiendo que, en ese sentido, y más aún con situaciones como las evidenciadas en períodos de pospandemia, con el incremento de casos de personas que requieren acompañamiento psicológico, se trabaje ‘en desmitificar la salud mental’.
“Muchas veces se estigmatiza que hablar sobre el tema puede provocar que la persona lo haga. Es muy importante saber cómo se siente la persona, y conocer si en algún momento lo ha pensado hacer”, refiere la doctora Rosa sobre la ideación suicida, aclarando que es importante que, ante las evidencias, se pueda recurrir a ayuda profesional, “es mejor prevenir a tener que intervenir cuando ya hay intentos”, precisó, aclarando que esos procesos pasan por etapas que van desde la ideación, pasando por la planeación y finalmente la ejecución.