Castigado por una sequía que tiene a varias hidroeléctricas cerca de niveles críticos, Colombia anunció este lunes que ha dejado de exportar energía a Ecuador, donde habrá “racionamientos”.
“Desde Semana Santa nosotros limitamos la exportación de energía a Ecuador. En este momento no estamos exportando energía”, dijo a medios el ministro de Minas y Energía de Colombia, Andrés Camacho.
De su lado, el ministerio Energía y Minas de Ecuador, anticipó en un comunicado que habrá “racionamientos temporales” por “situaciones sin precedentes a nivel nacional y regional”.
En medio de una prolongada sequía asociada al fenómeno de El Niño, Colombia, que depende en buena parte de la generación hidroeléctrica, ha adoptado “todas las medidas” para evitar suspender el servicio de energía.
“Tenemos todas (las plantas) térmicas al máximo”, detalló Camacho, agregando que el país también acude a fuentes “renovables” y a “plantas hidráulicas” para satisfacer la demanda de sus 50 millones de habitantes.
Los embalses del país se encuentran actualmente en un 29,8% de su capacidad, según el operador del sistema, XM. Cerca del nivel “crítico” de 27%.
XM registró en marzo la exportación de 129 gigavatios/hora a Ecuador, que aumentó sus importaciones de energía a finales de 2023, también por las sequías asociadas a El Niño.
En algunas zonas de Quito hubo cortes de electricidad este lunes. Según la compañía de energía local la interrupción obedece a “mantenimientos emergentes”. El Gobierno aún no ha anunciado los horarios en los que el servicio será interrumpido.
Racionamiento
“Lo que hemos vivido la última semana no solo ha sido el fenómeno de El Niño, sino una onda de calor”, detalló de su lado el ministro Camacho.
Según el ministro, los pronósticos meteorológicos indican que las lluvias llegaran “muy pronto”, aunque “el racionamiento (de energía) está dentro de las posibilidades”.
El Gobierno también apunta al calentamiento global como una de las causas de la crisis.
La escasez de lluvias y las altas temperaturas ya han llevado a Bogotá a un inédito racionamiento de agua para la capital de 10 millones de habitantes.
Pero la medida, que implica cortes programados en el servicio del acueducto para subir el nivel de los embalses que abastecen la ciudad, no ha traído el ahorro esperado.
Este lunes el alcalde, Carlos Galán, anunció multas para uso excesivo de agua.
“Vamos a empezar a imponer multas por acciones irresponsables que lleven al despilfarro de agua”, dijo Galán en una rueda de prensa.
Las multas irán desde los 700.000 hasta 1,2 millones de pesos colombianos (180 a 310 dólares).
Lavar automóviles, motocicletas o bicicletas en vía pública y verter desperdicios como jabón y aceite a los cuerpos de agua serán algunas de las acciones castigadas. El alcalde aseguró que la policía hará recorridos para detectar a los infractores en flagrancia.
Desde que se inició la emergencia, los barrios de Bogotá no tienen agua durante 24 horas cada 10 días y según el turno que les corresponda.
Antes de arrancar con el racionamiento, la alcaldía se propuso reducir el consumo de agua en 11 metros cúbicos por segundo, pero Galán afirmó este lunes que el ahorro ha sido de 1,8 metros cúbicos, por lo que las restricciones podrían ser más importantes en los próximos días.
Sin establecer el monto de los castigos, el alcalde añadió que los hogares que excedan cierto consumo mensual de agua también tendrán que pagar más dinero.
“El consumo básico (...) es de 11 metros cúbicos al mes, por esta razón quienes consuman más de 22 metros cúbicos al mes van a tener un cobro adicional en la tarifa”, sostuvo.
*Con información de AFP