Las autoridades sanitarias de Perú anunciaron este lunes 4 de julio que el uso de tapabocas en espacios abiertos volverá a ser obligatorio, debido a un nuevo brote de contagios, que se estima que es la cuarta ola de infecciones que azota el país.
“Ya estamos en la cuarta ola. Ya es el uso obligado de la mascarilla en cualquier ambiente, sea cerrado o abierto”, afirmó el ministro de Salud, Jorge López, quien ha incidido en que la medida deberá ser cumplida por “absolutamente todos” los ciudadanos, según recoge la emisora RPP.
El ministro explicó que en la ‘hoja de ruta’ para la vuelta a la normalidad estaba contemplado que si se superaba cierta cifra de contagios, que “automáticamente” todas las libertades y relajación de medidas que se habían ido dando, “se recortaban”. Sin embargo, López ha reconocido que la situación no es comparable a la de otros brotes, pues a día de hoy las hospitalizaciones están controladas y las unidades de cuidados intensivos no están saturadas, apunta el diario ‘La República’.
Es por esto que el encargado de las funciones de Salud ha incidido en la importancia de la vacunación, pues “es la única manera de evitar estar hospitalizados o llegar a necesitar una cama UCI”. “Hay que incidir en que las personas acudan (a vacunarse), lleven a sus hijos menores de edad”, ha dicho. El Ministerio de Sanidad de Perú detalló que en la última semana los contagios en las provincias de Lima y Callao han aumentado desde las 881 a los 1.256 nuevas infecciones.
Asimismo, Perú también está experimentando una aumento en los contagios a nivel regional, con Lima y Arequipa como las que tienen una mayor cifra de infecciones, superando entre ambas los 13.400 nuevos positivos.
Las autoridades sanitarias de Perú han confirmado más de 3,64 millones de contagios desde el inicio de la pandemia, con los primeros meses de 2022 como el periodo más crítico, cuando se llegaron a registrar cerca de 60.000 positivos diarios. Además, al menos 214.000 personas han perdido la vida a cuenta de la enfermedad, mientras que cerca de un 84 por ciento de la población, unos 27,4 millones de personas, cuentan con al menos dos dosis de la vacuna.
Esta nueva ola se explica también por el avance de nuevas subvariantes de ómicron, la BA.4 y sobre todo la BA.5, según los científicos. Las subvariantes se propagan aún más rápido porque parecen beneficiar de una doble ventaja de contagiosidad y escape inmunitario. Ya era el caso de la subvariante de ómicron BA.1, que era mucho más capaz que delta de contagiar personas vacunadas o infectadas anteriormente.
Durante mucho tiempo se pensó que un contagio otorgaba protección, al menos durante algún tiempo. Pero con la familia ómicron parece que no es así, de acuerdo con un estudio del Imperial College británico publicado a mediados de junio. Los científicos analizaron muestras de sangre de más de 700 trabajadores sanitarios de Reino Unido. Todos habían recibido tres dosis de vacunas contra la covid-19 y habían sido infectados por la cepa histórica o variantes. Los resultados subrayaron que las personas anteriormente contagiadas por ómicron presentaba una buena respuesta contra la cepa inicial del coronavirus y sus primeras variantes, pero débil con la propia ómicron.
Con información de Europa Press y AFP.