Las autoridades de México investigan la muerte de decenas de monos aulladores, una especie considerada en peligro de extinción, siendo las altas temperaturas que afectan gran parte del país la causa más probable, informó este lunes la Secretaría de Medio Ambiente.
“Hasta el momento, se comparten diversas hipótesis” sobre el deceso de los primates, “como golpes de calor, deshidratación, desnutrición o fumigación de plantíos con agrotóxicos”, aseguró la dependencia en un comunicado.
Las muertes han ocurrido en los selváticos estados de Chiapas y Tabasco (sur), donde se han registrado temperaturas máximas de hasta 45 grados Celsius, añadió sin dar más detalles la institución, que tiene catalogada a esta especie como en “peligro de extinción”.
“Es que está muy fuerte el calor, desde que tengo tiempo visitando los estados, nunca había sentido tanto como ahora. (...) Tabasco está muy caluroso”, dijo al ser cuestionado sobre el tema el presidente Andrés Manuel López Obrador en su habitual conferencia matutina.
El mandatario, quien es originario de Tabasco, dijo que su gobierno ayudará a un veterinario que está atendiendo a una decena de monos deshidratados que le llevaron habitantes, entre ellos varias crías, según imágenes difundidas en redes sociales el fin de semana.
De acuerdo con reportes periodísticos, al menos 80 monos han caído muertos de los árboles desde principios de este mes, si bien las autoridades no han ofrecido un recuento.
En Tabasco, se puso en marcha una campaña para auxiliar a estos animales, dejándoles “bebederos de agua, alimentos y frutas para que se mantengan hidratados”, según medios locales.
Las altas temperaturas han provocado récords de calor en México. En la localidad de Gallinas, en el norteño estado de San Luis Potosí, el termómetro llegó a los 49,6°C el 10 de mayo.
La ola de calor ha provocado, además, que los niveles de numerosas presas en el país se reduzcan y ganaderos han reportado la muerte de cientos de animales.
Casi 50 grados
De momento, los monos parecen recuperarse. Antes apáticos y fáciles de manipular, ahora están en jaulas. “Ya muerden”, afirma como señal de que están recuperando su conducta normal.
La mayoría no tiene tanta suerte. El biólogo Gilberto Pozo contabilizó unos 83 animales muertos o moribundos en el suelo bajo los árboles. La mortandad empezó el 5 de mayo y alcanzó su punto álgido el pasado fin de semana.
“Caían como manzanas del árbol”, explicó Pozo. “Estaban en un estado severo de deshidratación; morían en minutos”. Según el experto, al estar muy debilitados, las caídas desde los árboles les provocaban daños adicionales, a menudo mortales.
Pozo atribuyó las muertes a una “sinergia” de factores, entre ellos el fuerte calor, la sequía, los incendios forestales y la tala que los priva de agua, sombra y la fruta que comen.
Para los habitantes de Tabasco, un estado húmedo, pantanoso y cubierto de selva, el mono aullador es una especie emblemática y muy apreciada; los lugareños dicen que los monos les indican la hora del día aullando al amanecer y al anochecer.
Pozo afirmó que la población local, a la que conoce por su trabajo con la organización no gubernamental Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta, ha intentado ayudar a los monos que ven en sus granjas.
*Con información de AFP y AP.