El triste giro que ha dado Afganistán es visto con asombro y miedo por el mundo entero. Después de 20 años de gozar de libertad, ese pueblo vuelve a caer sometido ante el régimen extremista de los talibanes. Muchos ojos caen hoy sobre Joe Biden. La más enfática ha sido Angela Merkel, quien dijo este lunes que la situación que sucede en Afganistán es “amarga”, y cree que Estados Unidos optó por retirar las tropas extranjeras debido principalmente a “razones de política interna”.
Según Merkel, la decisión de retirar las tropas de la OTAN fue “esencialmente tomada por Estados Unidos. Hubo un efecto dominó tras la retirada de las tropas”. Y puso toda la responsabilidad de la retirada militar occidental sobre los Estados Unidos, “siempre dijimos que nos quedaríamos si los estadounidenses se quedaban” subrayó.
Al otro lado del espectro ideológico, el presidente iraní Ebrahim Raisi también aprovechó para recriminar al gobierno de Biden. Aseguró que la “derrota” de Estados Unidos en Afganistán debe convertirse en una oportunidad para una paz duradera en el país vecino. “La derrota militar y la retirada de Estados Unidos de Afganistán debería ofrecer la posibilidad de restaurar la vida, la seguridad y una paz duradera en el país”, dijo Raisi, por medio de un comunicado publicado por la presidencia.
“La República islámica de Irán cree que la autoridad procedente de la voluntad del pueblo oprimido de Afganistán es la fuente de la seguridad y de la estabilidad” añadió el presidente iraní que asumió sus funciones hace unos días.
Otro que lanzó críticas contra Biden fue el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por la forma de llevar a cabo el retiro de las tropas y le pidió la renuncia por el triunfo de los talibanes.
“Es hora de que Joe Biden renuncie en desgracia por lo que permitió que le sucediera a Afganistán”, dijo Trump en un comunicado, criticando también el aumento de casos de covid-19 en Estados Unidos y la inmigración nacional, económica y energética. políticas. “Lo que Joe Biden ha hecho con Afganistán es legendario. ¡Será una de las mayores derrotas en la historia de Estados Unidos!, Conmigo hubiera sido una retirada mucho más diferente y mucho más exitosa”, dice el comunicado de Trump.
La presión internacional por respuestas es tan grande que el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, rechazó el domingo las comparaciones entre la situación en Kabul y la caída de Saigón en Vietnam en 1975, y reiteró que Estados Unidos había “logrado sus objetivos” en la guerra de Afganistán.
“Esto no es Saigón”, dijo el secretario de Estado estadounidense a la cadena CNN. “Entramos en Afganistán hace 20 años con una misión y esa misión era hacer frente a los que nos atacaron el 11/S. Esa misión fue exitosa”.
Como se recordara, la guerra de Estados Unidos contra el régimen talibán comenzó efectivamente tras el ataque de Osama Bin Laden a las torres gemelas. Después de los atentados, Washington y sus aliados de la OTAN lanzaron una amplia operación militar en el país el 7 de octubre de ese mismo año, tras la negativa del régimen talibán de entregar a Bin Laden.
El 6 de diciembre capitularon. Tanto los dirigentes talibanes como los de Al Qaida huyeron al sur y el este del país y también a Pakistán. Así, los ataques y emboscadas contra las fuerzas armadas occidentales se multiplicaron.
En julio de 2015, Pakistán acogió las primeras conversaciones directas, apoyadas por Estados Unidos y China, entre el gobierno afgano y los talibanes.
A mediados de 2018, estadounidenses y talibanes iniciaron unas discretas negociaciones en Doha, interrumpidas varias veces tras los ataques contra las tropas de EEUU. El 29 de febrero de 2020, Washington firmó un acuerdo histórico con los talibanes, que preveía la retirada de los soldados extranjeros a cambio de garantías de seguridad y la apertura de negociaciones.
Sin embargo, las culpas caen hoy sobre Joe Biden pues el 8 de julio de 2021, el presidente estadounidense declaró que la retirada de sus fuerzas, que comenzó en mayo, se “completará el 31 de agosto”. Los talibanes, a la ofensiva desde mayo, llegaron el 15 de agosto a las puertas de Kabul, después de haber tomado el control de casi todo el país sin encontrar gran resistencia. Y el gobierno de Biden solo elevó el número de tropas a 5.000 para acompañar el retiro de los estadounidenses de ese país.
El presidente Ashraf Ghani abandona Afganistán el domingo, según un ex vicepresidente. El gobierno afgano promete una transición pacífica. “El ex presidente afgano ha abandonado la nación, dejando a la gente en esta situación”, declaró Abdullah Abdullah, ex vicepresidente del país y jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, en un video publicado en su página de Facebook. “Dios lo responsabilizará, y la gente lo juzgará”, agregó.
Con esto, es ya claro que los talibanes se han apoderado de todo el país. El temor es grande porque cuando estuvieron en el poder, los talibanes impusieron una estricta ley islámica que violaba los derechos de millones de sus ciudadanos. Prohibía los juegos, la música, las fotografías y la televisión, por un lado. Y por el otro, le megó a las mujeres el derecho de trabajar y las escuelas para niñas fueron cerradas.
El territorio de los talibanes se convirtió en un santuario para los yihadistas de todo el mundo, que llegaban hasta allí para entrenarse, en particular los de Al Qaida.
Oración por Afganistán
Mientras tanto, los líderes mundiales elevan su lamento por ese país. El papa Francisco expresó este domingo su “preocupación” por la situación en Afganistán y exhortó al “diálogo” para resolver el conflicto.
“Me uno a la preocupación unánime con relación a la situación en Afganistán”, declaró el papa en la tradicional oración del Angelus en la Plaza San Pedro. El papa deseó que “cese al ruido de las armas y que se puedan encontrar soluciones en la mesa del diálogo”. “Sólo de esta manera los miembros de la población martirizada de este país -hombres, mujeres, niños y ancianos, podrán regresar a sus hogares, vivir en paz y seguridad, en pleno respeto recíproco”, agregó el papa.
*Con información de AFP