Este martes 5 de julio, las autoridades mexicanas informaron sobre una intervención a un refugio donde vivían casi 200 grandes felinos en Ciudad de México, capital del país, luego de que se investigara por “maltrato animal”.
Omar García Harfuch, quien es el jefe de la policía capitalina, dijo en su cuenta oficial de Twitter que la corporación cerró “el predio utilizado como refugio, por el delito de uso indebido de suelo y maltrato animal”.
Más temprano, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) dijo en un comunicado que realizó un operativo dentro del predio, donde encontró más de 190 felinos mayores (leones africanos, leones blancos, tigres, jaguares y pumas), junto con 17 primates y dos coyotes.
Agregó que practicará revisiones veterinarias a los animales y que una vez que se determine la situación legal de los animales “se proceda, en su caso, a su reubicación”.
El 4 de julio, una asociación de zoológicos y criaderos conocida como AZCARM acusó que el santuario “Jaguar Negro-Tigre Blanco”, ubicado en la zona del Ajusco, al sur de Ciudad de México, de maltratar y tener en el abandono a decenas de grandes felinos.
La organización acusó en un comunicado que había “evidencia de que muchos de los ejemplares bajo su custodia han muerto como consecuencia de dicho abandono”.
“En general nuestros animalitos han sufrido un poco la crisis porque sí están un poquito más flacos”, se defendió el fundador del santuario, Eduardo Serio. “Los animales están al 90, 95 % de su peso. Los que vimos ahí, que se ven espantosos, eran animales que estábamos tratando de rescatar y los videos fueron tomados fuera de contexto”.
Rico en biodiversidad, México no escapa al tráfico de fauna exótica que compran familias, comerciantes y hasta narcotraficantes. Incluso, anualmente, en la zona metropolitana de Ciudad de México, se decomisan entre 150 y 200 animales exóticos, según los reportes de las autoridades.
La ley mexicana permite tener fauna exótica, siempre que se compre a firmas autorizadas y se garantice un trato adecuado. Sin embargo, pocos cumplen las normas y hay iniciativas legislativas para restringir su posesión.
Alcalde se casa con un lagarto en medio de un ritual indígena
Una curiosa ceremonia se llevó a cabo este viernes 1 de julio en México, cuando el alcalde del municipio de San Pedro Huamelula decidió llevar a cabo una tradición que cuenta con más de 230 años de antigüedad.
Víctor Hugo Sosa se casó con un lagarto hembra en medio de lo que se conoce como parte de un ritual indígena. La tradición consiste en que todos los alcaldes del municipio se unan es santo matrimonio con la princesa lagarta Alicia Rubí; por medio de esta celebración se conmemora el día en que dos etnias indígenas decidieron unirse a través de una boda.
El alcalde del municipio, en medio de unas declaraciones a medios locales, mencionó que esta formalidad hace parte de la cultura del lugar y que se debe mantener, ya que trae riqueza al municipio. “Es la cultura de los Huaves y los Chontales, es un casamiento entre la princesa lagarta y su servidor, esto con el fin de que haya abundancia en nuestro municipio”.
El lagarto hembra luce un vestido blanco como todas las novias que van a contraer matrimonio; la ceremonia se llevó a cabo en el palacio municipal y este animal debe casarse con todos los alcaldes elegidos mediante elección popular.
En las fotos compartidas por redes sociales se puede evidenciar que el hocico de la hembra lagarto fue envuelto con una soja para evitar un desenlace fatal en medio de la ceremonia. Al llevar a cabo este matrimonio, la población asegura que esto trae suerte a los pescadores y abundancia para el municipio en su totalidad.
*Con información de AFP