Birmania empezó a liberar a más de una cuarta parte de los presos de sus cárceles, anunció la oficina del presidente el viernes, después que crecieran los llamados a aliviar las prisiones superpobladas ante los temores a la propagación del nuevo coronavirus. El país del Sudeste Asiático otorga una amnistía anual a miles de presos con motivo de las vacaciones de su Año Nuevo en abril. Esta es la mayor que se registra en los últimos años.

Se produce en un momento en que gobiernos de todo el mundo -incluido Estados Unidos, países de Europa y Latinoamérica-, se enfrentan a cárceles superpobladas y al miedo a que haya una espiral de brotes tras las rejas.

"Para conmemorar el Año Nuevo en Birmania, respetando el terreno humanitario y la paz de la gente, el presidente perdona a 24.896 prisioneros de varias cárceles", dijo la oficina del presidente en un comunicado el viernes. A medida que se conocía la noticia, una multitud de personas desafiaba la nueva prohibición de reuniones de cinco o más personas para congregarse en el exterior de la famosa prisión Insein de Rangún, con la esperanza de ver a sus familiares liberados.

Con una mascarilla, Ei Nge dijo a la AFP que fue a la prisión tan pronto como supo la noticia. "Ni siquiera pienso en el coronavirus. Solo quiero ver a mi hijo", declaró. Birmana ha confirmado oficialmente 85 casos de covid-19, incluido cuatro muertos, pero los expertos temen que el número real sea mucho más alto. El país instauró un confinamiento nacional y ha habido crecientes presiones para liberar a los reclusos de cárceles que Human Rights Watch (HRW) describió como "horriblemente superpobladas e insalubres". Con información AFP