China acusó el jueves a Estados Unidos de calumniarlo después que Washington reprochara a Pekín haber espiado sus investigaciones sobre una vacuna contra covid-19. La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) acusó el miércoles a piratas informáticos, investigadores y estudiantes cercanos a China de robar información de institutos universitarios y laboratorios públicos en beneficio de Pekín. "Los intentos de China de atacar estos sectores representan una grave amenaza para la respuesta de nuestro país a la covid-19", afirmó el FBI en una advertencia oficial conjunta con la Agencia Nacional de Seguridad Cibernética.

"China expresa su disgusto y su firme oposición a tales calumnias", respondió este jueves por su parte el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian.  "A juzgar por sus antecedentes, Estados Unidos ha llevado a cabo las mayores operaciones de robo por internet a escala mundial", añadió Zhao en una conferencia de prensa. La eventual advertencia de un hackeo se sumaria a los alertas e informes previos que acusan a hackers respaldados por los gobiernos de Irán,Corea del Norte, Rusia y China de actividades maliciosas relacionadas con la pandemia y que incluye la difusión de noticias falsas sobre científicos En Pekín, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Zhao Lijian, rechazó esas acusaciones, afirmando que su país se opone firmemente a los ciberataques. "Estamos liderando la investigación mundial para el tratamiento y una vacuna para la COVID-19", afirmó el ministro que aseguró que es "inmoral" atacar a China con rumores y calumnias en ausencia de "pruebas". 

Desde el inicio de la epidemia de covid-19, varias empresas farmacéuticas chinas han desarrollado una vacuna. Al menos tres de ellos ya han iniciado pruebas clínicas en humanos. "China está a la vanguardia de la investigación sobre vacunas y tratamientos contra la covid-19. Por lo tanto, tiene más razones que nadie para sospechar del robo de información en internet", señaló Zhao. Desde hace semanas, el presidente estadounidense Donald Trump acusa a las autoridades chinas de haber ocultado la amplitud de la epidemia, aparecida a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan (centro de China), y de haber facilitado así su propagación. Pekín lo niega y afirma haber transmitido lo antes posible toda la información a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a otros países, entre ellos Estados Unidos.