El papa Francisco criticó al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su propuesta de deportar a millones de inmigrantes, y también a la vicepresidenta Kamala Harris por su apoyo al derecho al aborto.
Durante su vuelo de regreso a Roma desde Singapur, el papa fue preguntado sobre las elecciones presidenciales en Estados Unidos. En su respuesta, calificó la negativa a acoger a los inmigrantes como un pecado “grave” y comparó el aborto con un “asesinato”.
Además, mencionó que los católicos estadounidenses deberán “elegir el mal menor” en las próximas elecciones de noviembre, sin ofrecer detalles adicionales.
Francisco ofreció una conferencia de prensa a los periodistas tras concluir una intensa gira de 12 días por el sudeste asiático y Oceanía. Aunque el papa no mencionó directamente a Trump ni a Harris, hizo alusión clara a sus políticas y posiciones. A pesar de sus críticas hacia ambos candidatos, señaló que los católicos deben ejercer su derecho al voto.
“No votar es feo”, dijo el pontífice de 87 años. “No es bueno. Hay que votar”.
“Hay que elegir el mal menor”, dijo. “¿Quién es el mal menor? ¿Esa señora o ese señor? No lo sé. Cada uno, en conciencia, tiene que pensar y hacer esto”.
Los católicos estadounidenses, que suman aproximadamente 52 millones en todo el país, suelen ser considerados votantes decisivos. En algunos estados en disputa, como Pensilvania y Wisconsin, más del 20 % de los adultos son católicos, según el NY Post.
Francisco, quien lidera a unos 1.400 millones de católicos a nivel mundial, suele ser cauteloso al intervenir en elecciones nacionales, pero frecuentemente se manifiesta en contra del aborto, en línea con las enseñanzas de la Iglesia católica. También ha criticado en el pasado la postura antiinmigrante de Trump, llegando a declarar en 2016 que Trump “no era cristiano” en sus opiniones.
Francisco afirmó que las políticas de ambos candidatos son “opuestas a la vida”. El Papa declaró: “Tanto el que rechaza a los migrantes como el que practica el aborto, ambos están en contra de la vida”.
El Papa calificó la inmigración como “un derecho”, citando pasajes bíblicos que llaman a los huérfanos, las viudas y los extranjeros, tres tipos de personas que la sociedad debe cuidar. “No dar la bienvenida a los inmigrantes es un pecado”, dijo el Papa. “Es grave”.
Francisco dijo que el aborto “es matar a un ser humano” y que no puede haber excusas para un aborto. “Es un asesinato”, dijo. “Sobre estas cosas debemos hablar con claridad. Sin ‘pero’ ni ‘sin embargo’”.
Francisco también ha hablado sobre los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. En concreto ha sido preguntado por el caso del que fuera arzobispo de Dili, en Timor Oriental, Carlos Ximenes Belo, premio Nobel de la Paz, que fue sancionado por el Vaticano tras ser acusado de abusar sexualmente de adolescentes.
El Papa ha calificado los abusos como un tema “muy doloroso y muy delicado”, señalando que hay muchas personas “que hacen el bien... y luego, con tanto bien hecho, se ve que esa persona es un mal pecador”. “Y ésta es nuestra condición humana”, ha añadido.