Yevgeny Prigozhin, líder del grupo mercenario Wagner de Rusia, es buscado por los servicios secretos de EE. UU. por presuntamente interferir en las elecciones estadounidenses de 2016 en las que Donald Trump ingresó a la Casa Blanca.
Según las pesquisas llevadas a cabo por el buró de investigaciones, el líder del grupo Wagner supervisó una operación de interferencia electoral de la Agencia de Investigación de Internet con sede en San Petersburgo, una financiación a una granja de Trolls por parte del oligarca ruso.
Está acusado de una “conspiración para defraudar a Estados Unidos al menoscabar, obstruir y derrocar las funciones legales” de la Comisión Electoral Federal, el Departamento de Justicia de Estados Unidos y el Departamento de Estado de Estados Unidos”, dijeron.
El FBI ofreció en su momento $ 250.000 dólares por la persona que pudiera ofrecer información veraz que lleve al arresto del líder militar ruso, su plan involucró la creación de cientos de cuentas en línea falsas que difundían contenido que llegaba a “un número significativo” de estadounidenses.
Los orígenes de Wagner Group permanecieron ocultos durante algún tiempo después de su fundación en 2014 para ayudar en Crimea, y muchos creían que Prigozhin al menos financió el grupo, si no lo fundó por completo. El líder del grupo en ese momento, Dmitri Utkin, había trabajado anteriormente como jefe de seguridad de Prigozhin.
El grupo ganó prominencia en la corriente principal con la invasión de Ucrania, donde primero intentó asesinar al presidente ucraniano Volodímir Zelenski y poner fin al conflicto rápidamente. Putin confió cada vez más en el grupo para mantener la iniciativa en Ucrania, ya que sus fuerzas no lograron los avances esperados.
Cuando Prigozhin se enteró del anuncio del FBI se burló del hecho de que el buró de investigación haya ofrecido una recompensa por información que conduzca a su arresto.
“Me siento muy positivo sobre esto. ¿Te imaginas cuántas personas comunes podrían ganar dinero extra? Y tampoco me importaría. Lo único preocupante es que llevan tres años prometiendo este dinero, pero parece que no le han pagado a nadie”, dijo el líder militar ruso.
Prigozhin bromeó diciendo que era fácil detenerlo porque estaba en el trabajo, en el Donbas o en el frente de la zona de guerra. “Mete la llave, gírala, aquí estoy”, según trae el diario Euro Weekly News.
El Servicio Federal de Rusia ha abierto este viernes una causa penal contra el líder de Wagner, Yevgeni Prigozhin, por incitar a la rebelión armada después de que acusara al Ministerio de Defensa ruso de atacar campos de entrenamiento del grupo paramilitar.
“Las acusaciones difundidas en nombre de Yevgeny Prigozhin no tienen fundamento. En relación con estas declaraciones, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia ha abierto un caso penal por el hecho de llamar a una rebelión armada”, ha informado el Comité Nacional Antiterrorista, según ha recogido la agencia de noticias TASS.
El Código Penal ruso castiga con penas de prisión de entre 12 a 20 años la rebelión armada que busca “derrocar o cambiar por la fuerza el sistema constitucional de la Federación rusa, así como violar la integridad territorial” de Moscú.
Hasta hace unos meses, Prigozhin era uno de los hombres más leales a Putin en la guerra que Rusia libra desde febrero de 2022 contra Ucrania. El excéntrico empresario era considerado el chef favorito del Kremlin. Era propietario de varios restaurantes y de un boyante negocio de catering, que se hizo aún más rico al lado de Putin en sus 20 años en el poder.
Se trata de un hombre que pasó de vender perros calientes en puestos callejeros de Moscú, tras cumplir nueve años de prisión acusado de robo, a convertirse en uno de los nombres más influyentes del régimen ruso.
Con un discurso cada vez más crudo, comenzó a enfocarse en el frente interno de Rusia, en lo que muchos analistas asumieron como estrategia para asegurar una salida política de la debilitada lucha en el campo de batalla. En el medio, aseguró que Wagner se “transformaría en un ejército con ideología, y esta ideología será la lucha por la justicia”.
Por eso, en los últimos meses, también ha mostrado sus vínculos con funcionarios y políticos nacionalistas al margen del sistema político de Putin y otros líderes paramilitares prorrusos. “Él ve que su futuro está en riesgo y está luchando por encontrar su lugar en el panorama general de la guerra”, dijo Jack Margolin, experto en las empresas militares privadas de Rusia, con sede en Washington, citado por The New York Times.
Con información de AFP*