El gobierno de Angela Merkel expresó el jueves la importancia de que las patentes de las vacunas anticoronavirus sigan protegidas, luego de que Estados Unidos se mostrara a favor de suspenderlas.

“La sugerencia de Estados Unidos para suspender las patentes de vacunas contra la covid-19 tiene importantes implicaciones para la producción de vacunas como un todo”, afirmó una portavoz del gobierno alemán, quien añadió que “la protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir así en el futuro”.

Agregó que “los factores limitantes en la producción de vacunas son la capacidad de producción y los altos estándares de calidad, no las patentes”.

Berlín ha dicho que las empresas farmacéuticas ya trabajan con sus socios para incrementar su capacidad de producir vacunas.

Alemania es sede de BioNTech, que desarrolló junto con Pfizer la primera vacuna contra la covid-19 aprobada el año pasado en los países occidentales.

Debate en cumbre de la UE

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea iniciarán este viernes la reflexión sobre la idea de suspender temporalmente las patentes de las vacunas contra la covid-19, en un debate que los 27 países abordan con muchas reservas, pero que se ve forzado desde Washington por el anuncio del presidente Joe Biden de que apoya liberalizar la producción de los biológicos mientras dure la pandemia.

Hasta ahora, la mayoría de las capitales se habían mostrado reticentes a esta idea y desde Bruselas se había insistido en que para la UE la primera opción debía ser apostar por impulsar la producción y exportación de vacunas a los países pobres, una dinámica que los ‘Veintisiete’ han asumido, pero que no ha sido seguida por países como Estados Unidos o Reino Unido.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, llegó a decir en una reciente entrevista con The New York Times que no era “en absoluto amiga de levantar las patentes”, aunque tras el anuncio de Biden ha dado marcha atrás y anunciado a un día de la cumbre de líderes que la UE está “dispuesta a discutir” esta posibilidad.

Con todo, el Ejecutivo comunitario recalca que busca soluciones “pragmáticas y eficientes” e insiste en que la respuesta inmediata pasa por la “urgencia” de asegurar el envío de vacunas suficientes a los países más vulnerables o sin recursos.

Las reacciones al giro de Estados Unidos también llegaron desde Francia, donde el presidente Emmanuel Macron dijo ser “favorable” a la suspensión temporal, pero incidió después en que a corto plazo la urgencia es que otros actores sigan a la “generosa” Europa en la exportación de vacunas.

Alemania, por su parte, no ha rechazado discutir sobre ello, pero un portavoz del Gobierno ha avisado horas antes de la cumbre europea de que para Berlín es necesario mantener la protección de la propiedad intelectual de las vacunas porque su suspensión podría acarrear “graves consecuencias” y desincentivar los esfuerzos de los laboratorios.

España ve positivo que se dé la discusión, pero apunta que se trata de un asunto “complejo” y que aunque la liberalización puede ser útil en casos determinados, hay que atender también la forma como afectaría a los medios de producción y distribución, según indican fuentes del Gobierno.

La Unión Europea asegura haber enviado al exterior el 50 % de las vacunas producidas en fábricas en su territorio, lo que elevaría las exportaciones a cerca de 200 millones de dosis, mientras que desde distintas capitales recalcan que Estados Unidos y Reino Unido no solo no han exportado ninguna partida, sino que han puesto trabas al comercio de algunos componentes.

Por eso, la reacción en el seno de los países de la UE ha sido cauta y han dejado abierta la puerta al debate, pero han evitado ir más allá en sus mensajes públicos. Fuentes europeas confirman que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, incluirá el asunto en la discusión de líderes porque hay consenso sobre la oportunidad de debate, pero evitan expresar un apoyo a la medida.

Los líderes pasarán dos días en la ciudad lusa de Oporto –salvo la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, que participarán por videoconferencia– con la agenda centrada en la gestión de la pandemia y la cumbre con India el sábado, con cuyo primer ministro, Narendra Modi, discutirán también en remoto de la difícil situación que atraviesa el país.

Con información de la AFP y Europa Press.