Muchas veces nos preguntamos por qué motivo en Colombia y otros países es normal ver acompañado el nombre de pila de una persona de dos apellidos, el del padre y el de la madre, algo que es poco común en otros países del mundo.
La tradición de utilizar dos apellidos en España se remonta al siglo XV, cuando gobernaban Isabel y Fernando (los Reyes Católicos). En ese momento se estableció esta costumbre porque su objetivo era ayudar a identificar los linajes familiares y prevenir disputas sucesorias.
Al utilizar dos apellidos, es más fácil rastrear la ascendencia de una persona y establecer sus conexiones familiares. Esta era, la versión oficial de esta ley.
Los primeros apellidos dobles en Rusia y Europa del Este fueron conocidos y utilizados en la época medieval. Tener doble apellido era un privilegio y un indicio de una clase social superior. La práctica de añadir un segundo apellido surgió por la necesidad de distinguir entre miembros de una misma familia.
Esta necesidad se hizo evidente con la proliferación de nobles con el mismo nombre y los problemas con los derechos de herencia y la asignación del servicio estatal en función del lugar jerárquico de las familias nobles en la sociedad.
En los últimos años, algunos países han permitido a los padres alterar el orden de los apellidos de sus hijos, pero en los registros históricos los apellidos paternos generalmente preceden a los nombres maternos.
Cuando personas con dos apellidos de países de habla hispana emigran a países donde es habitual un apellido, tienen varias opciones. Algunos eliminarán un apellido, normalmente el materno o el segundo apellido. Otros pueden optar por dividir sus nombres con guiones.
Las razones por las cuales en algunos países no es común tener dos apellidos tiene que ver con que en algunos países, la tradición y la cultura dictan que una persona solo tenga un apellido, normalmente el del padre o, en algunos casos, el de la madre. Esta tradición puede estar arraigada en prácticas culturales o religiosas que se han mantenido a lo largo del tiempo.
Para algunos países, mantener un solo apellido simplifica los trámites legales y administrativos relacionados con la identidad de las personas. Esto puede facilitar procesos como la inscripción de nacimientos, matrimonios, y otros documentos oficiales.
Incluso, En sistemas legales que solo permiten un apellido, la transmisión de apellidos y legados familiares se simplifica, ya que solo hay que considerar un apellido principal. Esto puede facilitar cuestiones relacionadas con la herencia y la genealogía.
Después de España y otros países de Europa, la costumbre de tener dos apellidos fue incorporándose en los registros de países latinoamericanos donde se mantiene la tradición incluso hasta el día de hoy. En Portugal, el Código Civil establece que los hijos pueden tener el apellido de ambos padres o solo de uno, decisión que terminan tomando los progenitores.
En muchas partes de Asia, así como en algunas partes de Europa y África, el apellido se coloca antes del nombre de pila de una persona.
En los últimos años ha habido una tendencia hacia la igualdad de trato en relación con los apellidos: no se exige ni espera automáticamente a las mujeres, o incluso se les prohíbe en algunos lugares, que adopten el apellido del marido al contraer matrimonio, y los hijos no reciben automáticamente el apellido del padre.
Al casarse con una mujer, los hombres en Estados Unidos pueden cambiar fácilmente sus apellidos por el de sus esposas, o adoptar una combinación de ambos nombres ante el gobierno federal, a través de la Administración del Seguro Social. En algunos estados, los hombres pueden tener dificultades para hacerlo a nivel estatal.
En algunos lugares, las demandas por derechos civiles o las enmiendas constitucionales cambiaron la ley para que los hombres también pudieran cambiar fácilmente sus apellidos de casados (por ejemplo, en Columbia Británica y California).