La Iglesia Católica está de luto. Este 31 de diciembre, a pocas horas de que se terminara el año, se confirmó la noticia sobre la muerte del papa emérito Benedicto XVI, de quien hace pocos días se conoció, por el propio papa Francisco, que afrontaba problemas de salud.
“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy, a las 9:34 horas, en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, reza el comunicado con el que El Vaticano reveló la noticia del deceso del otrora cardenal alemán Joseph Ratzinger, de 95 años de edad, y quien se convirtió en pontífice en 2005 tras el cónclave por la muerte de Juan Pablo II.
¿Por qué escogió llamarse Benedicto XVI?
El alemán Joseph Ratzinger fue elegido tras la muerte del polaco Karol Józef Wojtyła, conocido como Juan Pablo II, quien falleció el 2 de abril de 2055. Tras varios días de conclave, el 19 de abril de ese mismo año, fue elegido como nuevo jerarca de la iglesia católica bajo el nombre de Benedicto XVI.
Según se conoció tras su nombramiento, Ratzinger escogió su nombre inspirado en la memoria de San Benedicto de Nursia, el santo patrón de la cristiandad en Occidente y quien fundó la orden de los benedictinos.
Sobre su número, obedece a que antes de él existieron 15 pontífices que llevaron ese nombre, convirtiéndolo en el tercero más usado en por los jerarcas de la iglesia en toda su historia. Solo es superado por Gregorio (16) y Juan (23).
Su llegada y la elección de su nombre también marcó el regreso a la tradición de que los máximos líderes de la iglesia utilizaran un solo nombre, algo que Juan Pablo I, queriendo rendir homenaje a sus dos predecesores, pasó por alto, en el que sería uno de los papados más cortos de la historia, pues estuvo al frente de la iglesia solo por un mes.
Juan Pablo II decidió continuar con esta tradición luego de convertirse en el primer papa polaco de la historia y en el primero no italiano en 455 años.
¿Quién fue Benedicto XVI?
El papa emérito, Benedicto XVI, se caracterizó al interior de la iglesia católica por su amplio conocimiento teológico y su línea ultraconservadora, llevando a que fuera elegido, en 2005 como papa, en un cónclave realizado tras la muerte del papa Juan Pablo II; un pontificado al que finalmente terminó renunciando en 2013 para dar paso a la elección del papa Francisco.
En el momento de su elección como papa, en 2005, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, se convirtió en el primer papa de origen alemán en la historia del catolicismo, en momentos en los que se desempeñaba como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y era reconocido como uno de los más fuertes académicos de la iglesia, siendo a su vez una de las figuras claves en El Vaticano.
En la historia religiosa del entonces cardenal Ratzinger, este también se había destacado por su papel como consejero durante la realización del Concilio Vaticano II en los años 60′s, evento con el que se renovó la iglesia.
En su paso por el pontificado, el papa Benedicto XVI es recordado por su posición férrea frente al aborto y la eutanasia, así como frente a las uniones homoparentales.
A comienzos de la segunda década del siglo XXI, el pontífice se vio enfrentado al escándalo del ‘Vatileaks’, que puso de manifiesto las divisiones al interior de la Iglesia Católica, y terminó anunciando su renuncia al papado en febrero de 2013.
La noticia de la renuncia de Benedicto XVI en su momento generó gran sorpresa, en tanto fue el primer caso en los últimos seis siglos.
En su momento, según detallaron fuentes de la prensa italiana, el papa advirtió que se encontraba “enfermo y sin fuerzas”, manifestando la pertinencia de que se pudiera realizar un relevo, con el fin de un pontífice más joven asumiera el papado, en momentos en los que la iglesia necesitaba un liderazgo más activo.
Pese a dar un paso al costado, Benedicto XVI y haberse comprometido con el ‘retiro absoluto’ en el Castillo de Castelgandolfo, el papa emérito siguió jugando un importante papel en la iglesia, debido al legado de su pensamiento, y la forma en la que este se opone en parte a las políticas reformadoras del papa Francisco.