Todos los esfuerzos estaban centrados en evitar la Asamblea Constituyente. Ahora, una vez elegida y a punto de instalarse, la oposición venezolana está frente a un nuevo dilema que amenaza su unidad y pone de relieve las desventajas de un liderazgo múltiple.Poco después de que se confirmara que habrá Constituyente, el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, pidió a la oposición hacer autocrítica. Él mismo hizo la primera en una dura declaración en que afirmó que "no se pueden ganar batallas cuando nos derrotamos a nosotros mismos".Puede interesarle: Venezuela: Leopoldo López es detenido en la madrugadaEl bloque opositor debe decidir en estos días no sólo qué hará en un escenario de confrontación, desobediencia y desconocimiento del gobierno y de la recién elegida Asamblea Constituyente, sino también si participará o no en las elecciones regionales, previstas para el 10 de diciembre. Y cuál será su estrategia.La próxima semana, del 7 al 9 de agosto, se deben inscribir los candidatos.No será fácil llegar a un consenso en un grupo con casi 20 partidos, varias figuras carismáticas y un amplio espectro ideológico que abarca desde socialdemócratas a neoliberales, desde radicales antichavistas a moderados que una vez fueron cercanos al oficialismo.Por lo pronto, líderes como el expresidente de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup y María Corina Machado ya han discrepado abiertamente sobre cómo proceder.Le sugerimos: “Mi posición no es defender ni atacar al gobierno de Maduro”: Ernesto SamperEl nacimiento de la MUDDurante muchos años, el chavismo, siempre pétreo de puertas para afuera, se ha favorecido de lo variada que fue la oposición, muchas veces atomizada, dividida.En 2008, el nacimiento de la MUD supo articular unidad, sobre todo ante las citas electorales.
Foto: APEn 2012 se decidió en primarias que el candidato presidencial unitario fuera Henrique Capriles. No tuvo éxito entonces, pero estuvo cerca pocos meses después ante Nicolás Maduro, una vez fallecido Hugo Chávez.El cénit de la unidad llegó en las legislativas de 2015, donde la MUD infligió la peor derrota al chavismo y le arrebató el Parlamento.Pero sin elecciones presidenciales a la vista, se resquebraja la argamasa que mantiene al bloque unido y se hace evidente lo diferentes que son los partidos y la falta de un líder único que los aglutine para desafiar el poder del presidente Nicolás Maduro.Eso queda patente en mensajes y estrategias a veces contradictorios y en la falta de control en las protestas callejeras, continuas desde hace cuatro meses."Una propuesta de mi partido desde hace tiempo es por qué no hacer unas primarias para elegir un candidato presidencial que se convirtiera en líder de la oposición", dice a BBC Mundo José Manuel Olivares, joven diputado del partido Primero Justicia, al que pertenece Capriles.Puede leer: Por qué Estados Unidos ha evitado sancionar al sector petrolero de Venezuela"Si bien yo no creo en los liderazgos mesiánicos, sí hace falta un rostro y un hilo conductor", afirma antes de reconocer que el compromiso de la unidad no llega de momento tan lejos.No está de acuerdo en fijar ya un líder su compañero de bancada Luis Florido, que pertenece al partido Voluntad Popular, el que comanda Leopoldo López."Los liderazgos no se decretan, sino que provienen de la autoridad que se tiene y del favor popular en una elección primaria, por ejemplo, para elegir a nuestro candidato presidencial, cosa que no podemos adelantar hasta cuando eso sea concreto", le dice a BBC Mundo, emplazando la selección de un rostro a una eventual cita electoral que ahora se ve muy lejana.Consulte: Qué papel pueden jugar Rusia, China e India en la crisis de VenezuelaEn un reciente acuerdo de unión nacional, los partidos de la MUD aprobaron que el escogido en el futuro para formar un eventual gobierno no podrá ser reelegido y que todos estarán representados en el gabinete. "Es un avance", dice Olivares, que reconoce que en la política de su país, como en la de casi todos, hay muchos egos.