Brasil sigue acumulando tristes récords por cuenta de la pandemia. El país vecino es el más afectado por la covid-19 en Suramérica y el tercero en números de contagios en el mundo. Hoy, la cifra de muertos es de 374 mil personas y la de contagios es de casi 14 millones. Sin embargo, es su récord de bebés muertos por esa enfermedad lo que más dolor causa entre las autoridades de la salud, que no saben cómo detener la tragedia.

Brasil es el país donde más mueren bebés por covid en el mundo.

De acuerdo con la doctora Fatima Marinho, asesora principal de la ONG de salud Vital Strategies, lo que sucede en el gigante suramericano no tiene precedentes en ninguna otra nación. Las cifras oficiales del Ministerio de Salud de Brasil muestran que entre febrero de 2020 y el 15 de marzo de 2021, al menos 852 niños de hasta nueve años murieron a causa de la covid-19, incluidos 518 bebés menores de un año.

Según la doctora Marinho, es probable que estos números no sean verdaderos y que la cifra total sea mucho más alta. La experta cree que una vez se supere la pandemia se podrán hacer cálculos reales al tener acceso a toda la información. Su ONG por lo pronto calcula que se han producido más de 2.000 muertes por covid-19 de niños menores de nueve años en Brasil, incluidos 1.302 bebés, si se tiene en cuenta que muchas muertes se registran por síndrome respiratorio agudo no especificado.

Para los expertos, el motivo de esta tragedia es una mezcla de las nuevas variantes en ese país, las pocas pruebas de covid para niños y la falta de políticas de salud pública que impida la propagación del virus. Aunque los niños pequeños generalmente tienen un riesgo bajo de contraer la covid-19, la escala de la epidemia de Brasil ha aumentado la posibilidad de que los más jóvenes se enfermen gravemente.

El sistema de salud del país no da a basto y los hospitales se han visto afectados por la escasez de medicamentos básicos y suministros de oxígeno. “Cuantos más casos tenemos y, como resultado, más hospitalizaciones, mayor es el número de muertes en todos los grupos de edad, incluidos los niños”, dijo Renato Kfouri, presidente del Departamento Científico de Inmunizaciones de la Sociedad Brasileña de Pediatría durante una entrevista con la BBC. “Pero si se controlara la pandemia, este escenario evidentemente podría minimizarse”, explicó.

Uno de los peligros mayores es que, al no considerarse a los niños una población de alto riesgo, no se les hacen las pruebas necesarias para darles la atención medica que necesitan. Los padres, además, se quejan sobre los diagnóstico de los pediatras, que al no creer que los niños sean vulnerables hacen recomendaciones incorrectas y no los remiten a los hospitales como corresponde.

Los niños en las favelas son los más vulnerables.

Las poblaciones de menores más afectadas son las de afrodescendientes y los pobres en las favelas. Los profesionales de la salud dicen que uno de los aspectos más tristes de esta tragedia es que los padres, con frecuencia, no pueden acercarse a los niños, quienes terminan muriendo solos y sin el abrazo de un ser querido.

La caótica gestión de las autoridades brasileñas para hacer frente a la crisis del coronavirus, sin una acción “coordinada y centralizada”, hundió al país en una “catástrofe humanitaria”, denunció la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF).

“La falta de voluntad política para actuar adecuadamente ante esta pandemia es responsable de la muerte de miles de brasileños”, señala la organización en un comunicado.

En las últimas semanas, la crisis sanitaria se agravó al punto de dejar 66.000 víctimas del virus solo en el mes de marzo y un promedio de 3.000 muertos diarios en la última semana.