Un destino muy común entre los colombianos que viajan a México es Cancún, una ciudad ubicada en la península de Yucatán, especialmente conocida por la belleza de sus playas. El problema es que, en los últimos años, ha aumentado cada vez más la cantidad de viajeros que van desde Colombia y que no pueden entrar al país, y terminan siendo maltratados por las autoridades, antes de ser deportados.

La no admisión de muchos colombianos es una pesadilla que empieza por el llamado “cuarto de rechazo”, el lugar al que se traslada a las personas que el país no admite para ingreso.

Las denuncias vienen de meses atrás. El caso más reciente que se conoció fue el del youtuber colombiano Pablo Rabelo, quien hace poco compartió con SEMANA detalles de su traumática experiencia. Rabelo tenía programado un viaje para asistir como speaker internacional y youtuber colombiano a un conferencia, pero al llegar a México, no solo fue inadmitido, sino que según contó a SEMANA, fue maltratado durante su paso por el “cuarto de rechazo”, el lugar donde permanecen las personas que no ingresan al país. Finalmente, después de varias horas, fue deportado a Colombia.

El youtuber contó que, inicialmente, lo llevaron a una sala normal, en la que lo dejaron incomunicado y sin pasaporte. En ese momento, no le dieron ninguna información sobre lo que estaba pasando, luego lo llevaron al “cuarto de rechazo”.

“Allí nos pidieron que sacáramos todo lo que teníamos en los bolsillos, que solo podíamos quedarnos con el dinero. También nos pidieron que nos quitáramos los cordones de los zapatos. Me revisaron como si yo fuera sospechoso de un crimen o fuera una persona peligrosa”, dijo Rabelo a SEMANA.

El cuarto de rechazo, según su testimonio y los videos compartidos, tiene algunos camarotes y un baño para más de 20 personas que pueden encontrarse allí simultáneamente.

“En el pequeño cuarto estaba yo hacinado con más de 20 hombres, pues las mujeres y los niños son llevados a otro cuarto. Había varios camarotes. No hay ventanas y por lo menos nos vigilaban seis cámaras y varios micrófonos”, dice Rabelo.

El principal problema de quienes resultan detenidos en el “cuarto de rechazo” es que la salida no depende de Migración México, sino directamente de la aerolínea con la que la persona viajó. Si la aerolínea no tiene programados viajes constantemente, la persona que es deportada tendrá que esperar allí durante días.

“Me dijeron que la aerolínea que me había transportado era la encargada, desde ese momento, de mi comida y mi transporte. Que la aerolínea que me había traído era la encargada de embarcarme en el siguiente vuelo disponible. A partir de ese momento dejé de ser un pasajero, para convertirse en un cuasi detenido, alguien indeseado, un encarte”, sostiene el youtuber.

Qué pasa con los colombianos

De acuerdo con las declaraciones de Rabelo, aunque hay inadmitidos de varias nacionalidades, la mayor proporción son colombianos. Hay frecuentes testimonios de colombianos que lo corroboran y, según el portal Reportur, sobre el turismo en el continente, es un hecho que a los colombianos les sucede con más frecuencia, especialmente en el aeropuerto de Cancún.

Rabelo, por ejemplo, contó a SEMANA un enfrentamiento que vio entre uno detenido colombiano y los soldados que los vigilaban, quien pedía a gritos saber cómo estaba su hija y su esposa. “El hombre estaba bastante irritado. Llegó la Marina y empezaron a discutir. No llegaron a los golpes, pero casi. El hombre, que era de origen colombiano, no regresó”, cuenta Pablo.

María Fernanda Grueso, cónsul de Colombia en Cancún para inicio de año, dijo a Reportur que “diariamente unas 85 personas extranjeras son declaradas inadmisibles en el Aeropuerto Internacional de Cancún, muchos de ellos de nacionalidad colombiana”.

El problema parece afectar principalmente a quienes viajan por aerolíneas de bajo costo. De acuerdo con las declaraciones de la cónsul, los rechazos en el aeropuerto de Cancún han aumentado de manera exponencial. Mientras en 2018, la cifra era de alrededor de 10 rechazos al día, en 2021 alcanzó casi 80. Solo en enero de este año, la cifra de inadmitidos fue de 2.665 personas, un promedio de 85 diariamente. La mayoría de las personas son de nacionalidades venezolana y colombiana.

Lo más complicado del panorama es que las inadmisiones no son aclaradas por las autoridades, y aparte de realizar el proceso de deportación, a la gente no se le explica el motivo de rechazo de entrada al país.