Durante varios meses, el temor sobre un eventual ataque de Rusia a Ucrania fue el tema central en la discusión geopolítica en todo el mundo. Las tensiones venían creciendo desde el despliegue de tropas rusas a territorio fronterizo y, finalmente, este jueves 24 de febrero se materializó la primera operación militar de parte del gobierno de Vladimir Putin.
Cabe resaltar que Estados Unidos venía advirtiendo sobre la inminente invasión rusa a Ucrania desde hace un tiempo. En sus declaraciones, los presagios del presidente Joe Biden apuntaban a un elemento común: “comenzará en días”. Finalmente, como si se hubiera tratado de una visión, el ataque de Rusia ya inició.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó el ataque de Rusia como “traicionero”, incluso, lo comparó con la Alemania nazi en los años de la Segunda Guerra Mundial. Y es que si bien existía la posibilidad latente de una operación militar, esta venía dilatándose. De hecho, hace poco se habló sobre lo que habría sido una estrategia de Estados Unidos para evitar la invasión rusa a Ucrania, básicamente, consistía en revelar información de inteligencia y —de alguna manera— frustrar los planes de Rusia para argumentar el ataque.
Sin embargo, los temores de la comunidad internacional finalmente se materializaron. Poco después de que Putin reconociera las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk, en Ucrania, como “repúblicas independientes”, Rusia envió tropas a dichos territorios en una “misión de pacificación”. Este fue el paso previo a la acción militar ordenada por Putin contra Ucrania.
¿Tercera guerra mundial?
Aunque se trata de un escenario extremo, las pretensiones de Rusia, la reacción de Ucrania y la intervención que decidan hacer Estados Unidos y otros países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) será determinante para el rumbo que tomará este conflicto bélico.
Tras conocerse la información sobre el ataque ruso a Ucrania, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió de manera contundente que “el mundo hará que Rusia rinda cuentas”.
“Solo Rusia es responsable de la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y los Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de manera unida y decisiva”, manifestó el mandatario en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
Previamente, Biden ya había asegurados que tanto Estados Unidos como sus aliados “están unidos en su apoyo a Ucrania, así como en su oposición a la agresión de Rusia”.
“Estaré monitoreando la situación desde la Casa Blanca esta noche y continuaré recibiendo actualizaciones regulares de mi equipo de seguridad nacional. Mañana, me reuniré con mis homólogos del G7 por la mañana y luego hablaré con el pueblo estadounidense para anunciar las consecuencias adicionales que los Estados Unidos y nuestros aliados y socios impondrán a Rusia por este acto innecesario de agresión contra Ucrania y la paz y seguridad mundial”, anotó Biden en el comunicado.
En esa misma línea, el presidente Biden indicó que, en conjunto con los Aliados de la Otan, coordinarán “una respuesta fuerte y unida que disuada cualquier agresión contra la Alianza”.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, en una entrevista con la BBC, mencionó hace recientemente que “la evidencia sugería que Rusia estaba planeando la mayor guerra en Europa desde 1945”, es decir, desde el periodo de la Segunda Guerra Mundial. En ese sentido, opinó que cualquier conflicto podría ser “sangriento y prolongado”.
En concordancia con la posición de Johnson, la primera ministra de Lituania, Ingrida Šimonytė, sostuvo en declaraciones recogidas por The New York Times que “no hay límites para la imaginación del dictador, no hay mínimos demasiado bajos, no hay mentiras demasiado flagrantes, no hay líneas rojas demasiado rojas para cruzar”, en relación a Putin. Así mismo, sobre el ataque a Ucrania, dijo: “Lo que presenciamos esta noche puede parecer surrealista para el mundo democrático. Pero la forma en que respondamos nos definirá para las generaciones venideras”.
Para aterrizar las diferentes posturas en el entorno internacional y precisar si, realmente, la posibilidad de que se desencadene una tercera guerra mundial no está lejos de la ficción, SEMANA consultó al exministro de relaciones exteriores, Julio Londoño Paredes.
“Naturalmente que es una situación sumamente riesgosa, es la primera acción militar de esas características que se presenta en Europa en los últimos 80 años. No es una cosa para minimizar, pero de ahí a que se pase a la tercera guerra mundial, yo lo dudo”, respondió Londoño.
“Creo que la opinión pública mundial no está dispuesta tampoco a entrar a un conflicto de esas características por Ucrania. Es un país muy importante, pero no creo que llegue en un momento determinado de involucrar al país, sus fuerzas militares, su economía y su población en un conflicto de carácter generalizado por la situación”, agregó.
La Otan y una posición preventiva
El Consejo del Atlántico Norte, máximo órgano de toma de decisiones de la Otan, mantuvo este jueves una reunión bajo el artículo 4 de la Alianza, que se activa cuando uno de los países miembros se siente amenazado.
“Hoy hemos mantenido consultas bajo el artículo 4 del Tratado de Washington. Hemos decidido, de acuerdo con nuestra planificación defensiva para proteger a todos los Aliados, tomar medidas adicionales para fortalecer aún más la disuasión y la defensa en toda la Alianza. Nuestras medidas son y seguirán siendo preventivas, proporcionadas y no escalatorias”, indicó el Consejo del Atlántico Norte en un comunicado.
Dentro de las medidas anunciadas por la Otan figura el despliegue de fuerzas defensivas terrestres y aéreas adicionales en la parte oriental de la Alianza, así como activos marítimos adicionales.
“Pedimos a Rusia que cese de inmediato su acción militar y retire todas sus fuerzas de y alrededor de Ucrania, respete al completo el Derecho humanitario internacional y permita el acceso y la asistencia humanitarios seguros y libres a todas las personas que lo necesiten”, agregó.
Sobre la Otan, cabe resaltar que representa una de las razones de la tensión entre ambos países. “Rusia se siente amenazada, precisamente en su seguridad nacional, por la presencia de Ucrania en la Otan, pero también con el armamento y los equipos que en este momento tiene Ucrania. Es más, no solamente Ucrania, sino también otros países de la Otan vecinos a Rusia (...). Todo está orientado alrededor de eso”, explicó Londoño Paredes.
La contundente amenaza rusa
Por lo pronto, la posición de la Otan se perfila como preventiva, sin ánimo de escalar el conflicto a un escenario bélico de mayores proporciones y con participación directa de otros países. En ese sentido, varias naciones han anunciado sanciones y advertencias a Rusia en cuanto a factores económicos y políticos.
Sin embargo, la respuesta de Rusia también será crucial para que la posición de los países aliados de la Otan se mantenga o modifique. El presidente Vladímir Putin anunció que habrán represalias a quienes interfieran con la operación rusa en Ucrania.
“A cualquiera que considere interferir desde el exterior, si lo hace, enfrentará consecuencias mayores que cualquiera que haya enfrentado en la historia”, manifestó el mandatario ruso, de acuerdo con el Daily Mail.
Por ser una noticia de interés mundial, todo el contenido sobre el conflicto entre Rusia y Ucrania será de libre acceso para nuestros lectores en todas las plataformas digitales de SEMANA. Siga el minuto a minuto de lo que está ocurriendo.