Según el NCEP (National Centers for Environmental Prediction), uno de los organismos pertenecientes a la NOAA, el 3 de julio se superó la barrera nunca antes superada de 17 grados Celsius de temperatura media global en superficie. Ese récord volvió a superarse el martes, 4 de julio, hasta situarse en el entorno de los 17,2 grados.
En ese mismo sentido, estas medidas superan el récord diario anterior (16,92 °C), establecido el 24 de julio del año pasado, según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de la NOAA que se remontan a 1979.
Según comenta en su cuenta de Twitter el experto en cambio climático Robert Rohde, de la Universidad de Berkeley, “esto se debe a la combinación de El Niño además del calentamiento global, y es posible que veamos algunos días aún más cálidos durante las próximas 6 semanas”.
Aunque la estadística de NCEP comienza en 1979, “otros conjuntos de datos nos permiten mirar más atrás y concluir que estos pasados días fueron más cálidos que cualquier otro punto desde que comenzaron las mediciones instrumentales, y probablemente también durante mucho tiempo antes”, precisa Rohde. “El calentamiento global nos está llevando a un mundo desconocido”, sentencia.
El calor de este verano ya ha puesto en riesgo a millones de personas en todo el mundo. China está experimentando su ola de calor extremo más reciente menos de dos semanas después de que las temperaturas batieran récords en Pekín. El mes pasado, el calor extremo en India fue vinculado a muertes en algunas de sus regiones más pobres. Reino Unido se sofocó en el mes de junio más caluroso de su historia.
Cambio climático se agrava en América Latina
Aumento de la temperatura y del nivel del mar, ciclones tropicales más destructivos y sequías prolongadas: “el círculo vicioso” del cambio climático se está agravando en América Latina y el Caribe, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) divulgado este miércoles en La Habana.
“El nuevo episodio de El Niño”, un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano, “hará subir las temperaturas y traerá consigo más fenómenos meteorológicos extremos”, señala la OMM en su informe sobre el Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2022.
El informe, divulgado en el marco de una convención internacional sobre medio ambiente y desarrollo que sesiona en La Habana, “pone de relieve el círculo vicioso de los crecientes impactos” del cambio climático sobre la región. Estos son algunos de ellos:
- Aumento de la temperatura: entre 1991 y 2022 la temperatura aumentó un promedio de 2ºC por década, siendo mayor el registro en México y el Caribe, “la tasa más alta de la que se tiene constancia” en la región.
- Subida del nivel del mar: el mar continúa subiendo a un ritmo mayor en el Atlántico Sur y el Atlántico Norte subtropical con respecto al promedio mundial, lo que “contamina los acuíferos de agua dulce, erosiona las costas (...) y aumenta el riesgo de inundaciones costeras”.
- Ciclones tropicales: debido al cambio climático, estos fenómenos atmosféricos se tornan más fuertes y destructivos. En 2022, los huracanes Fiona, Lisa e Ian causaron “daños graves” en América Central y el Caribe.
- Las crecidas y los deslizamientos de tierra: durante 2022, intensas lluvias “causaron cientos de víctimas mortales y pérdidas económicas por valor de miles de millones de dólares”.
- Sequías prolongadas: situaciones de intensa sequía afectaron importantes sectores económicos como la agricultura y el abastecimiento de agua a la población, y en amplias zonas de América del Sur causaron un descenso en la producción hidroeléctrica, lo que provocó “un fuerte aumento de la demanda de combustibles fósiles”.
- Olas de calor e incendios forestales: durante los meses de enero, noviembre y diciembre de 2022, la región meridional de América del Sur sufrió olas de calor largas e intensas. El calor extremo combinado con la sequedad de los suelos provocó periodos de incendios forestales “sin precedentes”.
Según la OMM, “muchos de los fenómenos extremos estuvieron influidos por el episodio de larga duración de La Niña, pero también” son el resultado de un clima modificado “por las actividades humanas”.
El Niño de 2018-2019 dio lugar a un episodio especialmente largo de casi tres años de La Niña, que causa los efectos contrarios, entre ellos una bajada de las temperaturas.
*Con información de Europa Press y AFP.